Negligencia médica

El cirujano de la lipoescultura que causó la muerte de Sara Gómez no tenia la formación adecuada

Un informe del Instituto de Medicina Legal de Murcia recoge que el cirujano que practicó la operación no era especialista en cirugía estética. La joven murió en enero de 2022 después de graves complicaciones que, además, no fueron bien atendidas.

La operación mortal de estética que se le practicó a Sara Gómez, que falleció en enero de 2022, se hizo sin contar con la formación adecuada para ese tipo de intervenciones. El cirujano que realizó la lipoescultura a Gómez es especialista en cirugía cardiovascular y no en 'estética y reparadora', según se recoge en el informe elaborado por el Instituto de Medicina Legal de Murcia. La joven de 39 años falleció un mes después de esa intervención, después de que tuviera que ingresar en la UCI con perforaciones en sus organos vitales, como denunciaron sus familiares.

Según describe la Agencia Efe, que ha accedido al informe, el documento ha sido incorporado a la causa que se tramita en un juzgado de Instrucción de Cartagena, la ciudad en la que se encuentran tanto la clínica en la que se llevó a cabo la lipoescultura como el hospital al que la paciente fue trasladada ante el estado de gravedad que presentó tras la operación.

Los forenses consideran que hubo un retraso de horas en efectuar ese traslado, que debió haber sido hecho con mayor diligencia, dada la situación de Sara. Y añaden que es "probable" que la técnica que utilizó el cirujano, J.A.M., en la intervención no fuera la más adecuada; sobre todo, por la cantidad de sustancia extraída del cuerpo de la paciente y por el manejo de las cánulas extractoras, que causaron graves lesiones.

El informe forense señala, por otra parte, que Sara, a cuya familia defiende el penalista murciano Evaristo Llanos, debió haber sido operada al llegar al hospital, sin esperar a que pasaran cinco días, como ocurrió, lo que produjo un deterioro de su estado y una peritonitis que no se pudo solucionar.

En esta causa judicial aparece también como investigado, junto al cirujano, el anestesista que tomó parte en la lipoescultura, J.G., que en su primer testimonio judicial declaró que no había habido ningún problema en la operación, mientras que en la segunda ocasión aseguró que avisó al cirujano del riesgo de la lipoescultura.

Según declaró el hermano de la fallecida, la operación consistía en una supuesta técnica nueva que suscitó temores en Sara. El cirujano, por su parte, denunció estar siendovíctima de difamaciones.

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