Extraña situación

Cómo un hombre intentó estrellar un avión y ninguno de los 80 pasajeros se enteró: "Iba dormido todo el tiempo"

En una situación poco común, un avión tuvo que aterrizar de emergencia después de que un piloto fuera de servicio tratara de apagar los motores de la aeronave en marcha, en la que viajaban otras 83 personas.

Los incidentes en aviones son relativamente comunes, aunque no tanto los de estas características. Las autoridades estadounidenses han tenido que detener a un piloto fuera de servicio, que viajaba como pasajero en un avión que cubría la ruta entre Everett (Washington) y San Francisco (California), por tratar de apagar los motores de la aeronave en pleno vuelo. En el avión volaban un total de 84 personas, entre pasajeros (80) y tripulación (4), por lo que ha sido acusado de 83 cargos de intento de asesinato, 83 cargos de peligro imprudente, un delito menor y uno grave por poner en peligro el avión en cuestión.

Si bien el capitán fue capaz de responder "rápidamente", evitando que el motor del avión se parara, fue la tripulación la que evitó que se generara un incidente mayor. Hasta tal punto que ninguno de los pasajeros se enteraron de lo que estaba sucediendo hasta que una de las azafatas informó por megafonía que había que realizar un aterrizaje temprano. "Estoy feliz de estar a salvo, en casa, y de que lo hayan gestionado tan bien", explicaba a la cadena de noticias ABC Alex Wood, un pasajero de San Francisco que viajaba con su pareja, Aubrey Gavello, en este avión. Iban sentados en diferentes sitios, él en la primera fila; ella, en la parte trasera.

Al preguntarle a Gavello si había escuchado algo cuando el piloto trató de apagar los motores, ella fue clara: "Nada. No supimos nada hasta el anuncio de la azafata: 'Tenemos una situación de tensión. Tenemos que prepararnos para aterrizar'", explicó. "Mi novio estaba en primera fila, y fue dormido todo el tiempo. Eso te dice lo tranquila que fue la situación". La pasajera dice que el anuncio del aterrizaje se dio a la hora de despegar, y fue después cuando vio al sospechoso detenido con el equipo de la tripulación. "Fue confuso porque vi unas bridas [en las manos], y nos habían dicho que era una emergencia médica".

Bailey Beck, otra pasajera que volvía su ciudad de residencia, San Francisco, asegura que se enteró de que había una emergencia porque había pagado para tener red wifi en el avión: "Mi hermana tiene licencia de piloto y está en la escuela de aviación para convertirse en piloto comercial. Le envié un mensaje diciendo que el avión estaba aterrizando, así que revisó FlightRadar y me pudo trasladar las últimas novedades sobre las comunicaciones entre el piloto y el control de tráfico aéreo cuando estábamos volando", explicó al diario 'SFGate'.

Beck explica, en la misma línea que Gavello, que la tripulación había dado a entender que se trataba de una emergencia médica, pero que fue "muy raro" porque no se percibió ninguna conmoción entre los pasajeros. "El hombre [detenido] iba caminando solo desde la cabina hasta la parte trasera del avión, donde luego lo esposaron a una barandilla. No causó ningún disturbio", señaló la pasajera. "Las azafatas nos dijeron que un pasajero había tenido un colapso mental", señaló, indicando que parece que habría intentado apagar los motores pero, al no conseguirlo, se había rendido voluntariamente.

El detenido, piloto fuera de servicio y padre cariñoso

El detenido es Joseph David Emerson, de 44 años, quien trató de activar el sistema de incendios en el avión, un movimiento que habría dejado sin combustible a la aeronave por lo que los motores se habrían apagado y el avión habría caído en picado. El capitán y primer oficial del vuelo lograron pararlo para, después, esposarlo. Emerson está casado y es padre de dos hijos, con los que vive en la comunidad de Pleasent Hill, a las afueras de San Francisco.

Según sus propios vecinos, es "un padre fantástico", que juega con sus hijos "todo el tiempo" y es "muy amigable". Nadie se lo imagina haciendo daño a nadie. Otro vecino de Emerson, un veterano de la Fuerza Aérea, aseguró a 'The New York Post' que hablan mucho sobre aviones y motores a reacción y que sólo puede dar fe de su buen carácter. "No puedo decir ni una sola palabra mala hacia él, en absoluto", señaló.

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