La complicada maniobra de seis horas para retirar el autobús accidentado en Tordera

Casi seis horas han tardado los bomberos en retirar el autobús accidentado en Barcelona y conseguían desencajarlo del túnel contra el que ha impactado. De momento siguen investigando las causas. A esta hora la carretera permanece cortada al tráfico, aunque se ha habilitado un carril del sentido contrario.

El impacto ha sido muy violento. El autobús ha subido por la rampa de la entrada del túnel y se ha quedado completamente atrapado en posición vertical. A bordo iban unos 50 pasajeros, tres se encuentran en estado grave y 24 leves. Sacar al conductor ha sido la tarea más complicada.

La complejidad del accidente nos da una idea de la dificultad del rescate y de la agonía que han tenido que vivir los pasajeros. Encajado en el arco del túnel una posición tan impactante como imposible, ya que el autobús ha quedado casi en vertical. "Con 45 grados de inclinación con la parte superior en la parte superior del túnel de esta carretera", ha explicado Jordi Martín, Jefe operativo de bomberos.

Primero han necesitado varios anclajes para asegurar el vehícul. Sus cerca de 15 toneladas tampoco han ayudado. La zona trasera, donde se ubicado el motor, tiene mucha más carga que la parte delantera. Un peso distribuido de forma irregular que hace muy difícil calcular la trayectoria de caída.

"Nosotros lo llamamos una carga fluctuante porque va a empezar a fluctuar en el momento en que movamos el autobús", ha expresado para laSexta Juanma Cervantes, Instructor de 'Savyt Rescue' y sargento en funciones Consorcio Bomberos Málaga.

Una vez asegurado, ha tocado iniciar la maniobra con ayuda de dos grúas de gran tonelaje que han tirado del autobús. El propio Jordi Martí ha afirmado que "hemos puesto el vehículo en posición horizontal y ahora lo que queda pendiente es volverlo en su sentido de marcha".

El impacto contra el suelo es un momento muy peligroso. Tan solo dos bomberos permanecen en la zona. Es necesario un amplio perímetro de seguridad para evitar que cualquier resto que salga golpee a nadie. Salvado ese momento crítico, solo queda que una grúa de gran tonelaje se haga cargo del transporte del autobús. Y revisar toda la infraestructura del túnel que ha podido quedar dañada.