Tráfico de órganos
Compra de hígados entre personas vivas: juzgan al político libanés que quiso aprovecharse de personas sin recursos
Necesitaba un trozo de hígado sano y quiso comprarlo a golpe de talonario. Hoy se ha juzgado al hombre libanés que intentó presuntamente pagar 40.000 euros a cambio de una 'donación' en vida de personas sin recursos.
Cinco acusados de una trama de tráfico de órganos humanos se han declarado inocentes en la repetición del juicio tres años después de celebrarse a pesar de que entonces cuatro de ellos aceptaran los hechos. En la nueva vista, que se ha iniciado hoy, han donado, a excepción del hijo del receptor del órgano -hígado-, un total de 30.000 euros a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Este lunes se han sentado en el banquillo de los acusados de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia cinco hombres acusados de ofrecer dinero o trabajo a personas necesitadas para que alguna de ellas donase parte de su hígado a uno de ellos, que estaba enfermo y necesitaba un trasplante.
Estos hechos se juzgaron en la Audiencia en el año 2019 y se acabó con una conformidad en la que cuatro acusados reconocieron los hechos y evitaban el ingreso en prisión. El quinto de ellos fue absuelto por ausencia de delito. Sin embargo, el Tribunal Supremo tumbó esta sentencia al estimar la personación de la Organización Nacional de Transplantes (ONT) como perjudicada, con lo que la vista se ha tenido que repetir.
En esta ocasión, no se ha alcanzado ningún acuerdo para los cinco acusados que se encuentran en el banquillo por hechos que se remontan a abril de 2013, cuando el enfermo, un libanés residente en el país, contactó con dos sobrinos suyos que vivían en España y regentaban una empresa en Novelda para que encontraran un donante vivo, según consta en el escrito fiscal.
A partir de ese momento -siempre según el mismo escrito fiscal- tanto los sobrinos como el hijo del enfermo y otro compatriota libanés comenzaron gestiones para la materialización del trasplante, quebrantando la legislación española, aunque finalmente no se realizó porque los candidatos no querían asumir el riesgo o no fueron admitidos por los médicos, entre otras razones.
Un hospital de Barcelona hizo una nueva prueba al hijo del procesado y comprobó que podía ser donante de su padre, por lo que el trasplante entre ambos se realizó finalmente en agosto de 2013.
Por estos hechos, Fiscalía solicita provisionalmente tres años de prisión para el enfermo y siete años para los otros cuatro acusados por un delito de promoción, favorecimiento o facilitación de trasplante ilegal de órganos humanos ajenos.