SU SUEÑO ES CONVERTIRSE EN CIRUJANO

La conmovedora historia de Félix Sesay, rescatado por el Aquarius: "Me gustaría trabajar para la Cruz Roja, ser parte de ellos y devolver parte de lo que me han dado"

Félix Sesay es uno de los 629 migrantesrescatados por el Aquarius. Lleva un mes viviendo en Valencia con su mujer que también huyó desde Libia y ahora están en una casa de acogida que les ha cedido la Cruz Roja.

Félix Sesay nacido en Sierra Leona proviene de una familia "muy pobre" y no contaba con ninguna ayuda para su educación. El migrante explica cómo tuvo que salir de su país y comenzó a trabajar en una compañía de pescado: "A partir de ahí empezó mi vida".

Sobre su futuro y desde las instalaciones de Cruz Roja en Valencia, Sesay narra que tiene "un diploma como asistente médico" y explica que su "sueño" es convertirse en cirujano y continuar viviendo en España: "Me gustaría trabajar para la Cruz Roja, ser parte de ellos y devolver parte de lo que me han dado".

Preguntado sobre cómo fue la huida con su mujer desde Sierra Leona, Sesay explica: "No fue fácil, sufrimos mucho, el viaje lo hicimos en autobús y tardamos dos semanas. Fuimos de Sierra Leona a Guinea, después a Malí, Burkina Faso, Níger y llegamos a Libia", explica Sesay.

"Sobrevivir en Libia fue muy complicado", recuerda Sesay "En Libia te quitan el dinero, te pegan palizas solo por ser negro. Aún no se como sobreviví todo ese tiempo". Félix Sesay relata con tristeza cómo su mujer embarazada de tres meses, recibió una paliza "brutal" que provocó que perdiera al bebé. Él, añade, también recibió palizas que le han dejado cicatrices permanentes.

Félix Sesay, detalla que cuando fueron rescatados por el Aquarius notó una gran diferencia porque pudo "descansar, dormir y hablar". "Los negros no tenemos derecho allí", dice Sesay en referencia a Libia y explica que trabajó durante tres años en la organización Médicos Sin Fronteras y durante un año estuvo como voluntario en la Cruz Roja.

En Esta ONG, Sesay realizaba una labor de "enterrador" y realizaba los tests de ADN a las personas ya fallecidas, en plena crisis del ébola en Sierra Leona. Abandonó su país de origen después de que una inundación matase a más de 600 personas, entre las que se encontraba su padre.

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