Un aro inteligente
El contenedor del futuro ya es una realidad: así nos reconoce y nos motiva para reciclar
Nos adentramos en cómo serán los contenedores del futuro. Nos reconocen al instante y nos premian por cada envase que enviamos a reciclar. Basta con introducirlos por su aro inteligente.
Es tecnología futurista, pero no está en un laboratorio o en un centro de innovación. Ya ha llegado a la calle. Está en los contenedores que han instalado en Ciutat Cooperativa en Sant Boi de Llobregat. El contenedor inteligente acaba de aterrizar. Situado frente a un mercado, es ahora mismo la comidilla del barrio.
Los jóvenes explican a los mayores cómo funciona, algo muy sencillo. A través de un aro se introducen las botellas o envases y el contenedor amarillo es capaz de identificarlos. Además, con la aplicación móvil que te has descargado antes, sumas puntos.
Es como si cada día el contenedor nos mirase, nos reconocieses de un vistazo y nos saludase. "Sabe quién eres y a partir de ahí genera toda una dinámica, un juego", explica José Luis Moreno, gerente de Innovación de Ecoembes.
Esto ya se podía hacer con el sistema Reciclos de Ecoembes en todas las comunidades españolas pero el uso de este aro lo hace más fácil y moderno.
Esta vuelta de tuerca de Reciclos se estrena en 16 contenedores de Sant Boi de Llobregat pero la idea es que crezca a otros barrios. Porque este aro inteligente pensado para ayudar a concienciarnos más con el reciclaje acabará engarzándose más pronto que tarde en nuestras vidas.
¿Cómo funciona?
Los ciudadanos cada vez hacemos un mayor uso de los móviles y de ahí que Reciclos integre la tecnología móvil en su funcionamiento. Así se conecta al ciudadano con el contenedor amarillo mediante el reconocimiento de imágenes, webapp y códigos QR.
En primer lugar, hay que darse de alta en la webapp de Reciclos, luego fotografiar con el móvil los códigos de barras de las latas y botellas de plástico de bebida que se consuman. Por último, el usuario deberá depositarlas en el contenedor amarillo de siempre o en las máquinas situadas en lugares de alta afluencia (estaciones, aeropuertos, universidades…) al ir a reciclarlas.
El Sistema de Devolución y Recompensa gratifica el compromiso ciudadano con el medio ambiente a través del reciclaje ofreciéndole incentivos sostenibles o sociales (movilidad "verde", consumo responsable, donaciones a ONGs). Es decir, recompensa a los ciudadanos recicladores a la vez que fomenta un consumo responsable y una mejora ambiental y/o social de su entorno más cercano.