Crean en Plasencia el primer servicio voluntario de protección a víctimas de violencia machista

Los siete agentes voluntarios de Plasencia velan por la seguridad de una víctima de violencia machista. La siguen a cada paso que tiene que dar en la calle. “Hacemos tareas desde llevarla de su casa al puesto de trabajo a acompañarla a hacerla compra o alguna tarea”, cuenta uno de ellos.

Lo hacen altruistamente fuera de servicio porque no quieren que entre sus vecinos ocurra una desgracia. Un agente afirma que la compensación que reciben es “personal por ayudar a estas personas”. De momento, este proyecto, único en España, ha surgido en la comisaría de la Policía Local donde creen que algo está fallando en los protocolos para valorar el riesgo existente en los casos de maltrato.

“Nosotros entendemos que debería ser un equipo multidisciplinar, analizando no sólo a la víctima sino también al agresor. Además se debe conseguir una mayor agilidad judicial, así como un trato más humano a las víctimas”, manifiesta un policía. Se sienten policías las 24 horas del día. Por este motivo, en los 6 meses que llevan cumpliendo con su deber de proteger ya han visto resultados.

En este aspecto, uno de ellos asegura que la mujer “ya puede sonreír y se siente segura”. “A pesar de las incomodidades que supone, nosotros estamos satisfechos porque estamos dando una protección que entendemos que es necesaria”, añade. Una protección tan necesaria como que las víctimas se sientan respaldadas y comprendidas en todos los ámbitos de la sociedad.