Y bien aplicadas

Las cremas solares, en verano y durante todo el año para frenar el cáncer de piel

El protector debe ir siempre con nosotros. Pero no es suficiente con aplicárselo. Hay que hacerlo bien: cada dos horas y sin confiarse: "Si bien los fotoprotectores son necesarios, no tienen que crear esa falsa sensación de seguridad de qué están hecho para que puedas estar al sol de cualquier manera".

En breve

Las cremas protectoras deberían acompañarnos cada día (y más en fechas como hoy, con una radiación ultravioleta extrema que pone en riesgo la salud de nuestra piel). Pero no es así. ¿Cuándo fue la última vez que te pusiste crema? Preguntamos en la calle. "Antes de salir de casa", asegura un joven. "En Semana Santa", confiesa otro. "Hace como un año", añade una mujer.

La respuesta correcta a nuestra falta de responsabilidad la tienen los expertos. "El moreno, el broncearte, es una respuesta que hace tu cuerpo para protegerse de un daño que está recibiendo", señala el dermatólogo del Hospital La Paz, Ander Mayor.

Este daño esconde detrás el aumento de los casos de cáncer de piel. En España se detectan cada año 78.000 casos nuevos. "Hay que diferenciar entre dos tipos: el melanoma y el cáncer de piel no melanoma y en todos ellos hemos visto un aumento de casos en los últimos años", asegura la dermatóloga Virginia Velasco.

Por eso el protector debe ir siempre con nosotros. "Me obliga a ponérmela sino no me la pondría", lamenta un hombre en la playa. "Yo me pongo factor 50, es que si no te pelas", expresa otro. Pero hay que ponérselo bien. Los expertos recomiendan cada dos horas. Y sin confiarse.

Ander compara el uso de la crema solar al del cinturón. "Es como cinturón de seguridad en un coche: no se crearon para que pudieran correr más por la carretera. Si bien los fotoprotectores son necesarios, no tienen que crear esa falsa sensación de seguridad de qué están hecho para que puedas estar al sol de cualquier manera", insiste el experto.

Con todo ello, las máximas a recordar serían las de evitar las horas centrales del día, hidratarse, buscar la sombrar y evitar las temidas quemaduras. Sobre todo, en los más jóvenes. "Es muy importante concienciar a los niños y a los adolescentes, porque en ese momento, cuando la quemadura solar va a tener más importancia de cara al futuro", advierte la experta.

Aunque a simple vista el moreno nos siente de maravilla hay que tener cuidado, pues por dentro no nos sienta igual de bien.

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