NINGUNO SABÍA NADAR
Cronología de la tragedia en Mijas: el resbalón que llevó a un padre y dos hijos a morir ahogados
Ninguno de los tres sabía nadar. Lo ha contado la hija que sobrevivió al triple ahogamiento de Mijas. Al parecer su hermana pequeña se resbaló y se fue a la zona donde más cubría. Su hermano mayor, que también se estaba bañando, intentó ayudarla y, como no pudo, el padre fue detrás.
Los tres hermanos se bañaban en la piscina. Jugaban en la zona donde hacían pie. Pero la pequeña de nueve años vio como su hermana resbaló dentro del agua hacia la zona más profunda, según apunta 'Diario Sur', que ha tenido acceso a la declaración de la única superviviente.
Allí empezó a tener dificultades para mantenerse a flote. Inmediatamente, el hermano, de 16 años y 1,90 de estatura trató de ayudarla dentro de la piscina. También tuvo problemas para salir. Así que la menor fue a buscar ayuda. Sus padres estaban tomando el sol, mientras los niños se bañaban, según la Guardia Civil.
La madre pidió auxilio a los vecinos y el padre se metió en la piscina. Él era un conocido pastor, líder espiritual en una parroquia londinense.
Ninguno de los tres sabía nadar, los tres murieron ahogados. Sin golpes ni otras lesiones, según el informe preliminar de la autopsia. La Guardia Civil realizó pruebas en motores y válvulas, tomaron muestras de agua de la piscina. No hallaron irregularidades.
Tras tomar declaración a todas las personas que intervinieron, las primeras pruebas determinan que se trata de un trágico accidente, debido, dice la Guardia Civil, a la falta de pericia de las víctimas al nadar.
Una piscina que no tenía socorrista, porque la ley en Andalucía no obliga al tener menos de 200 metros cuadrados. Este viernes trabajadores y familias alojadas en el complejo turístico han guardado un minuto de silencio por las víctimas.
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.