El doble crimen conmocionó a una sociedad

Se cumplen 20 años del asesinato y violación a dos mujeres policías de prácticas en Bellvitge: el autor lo hizo en un permiso penitenciario

Un incendio llevó a la policía a la vivienda donde las víctimas aparecieron atadas y "amordazadas para evitar que gritaran". Pedro Jiménez defendió su inocencia, pero los informes eran claros: se trataba de un psicópata con un largo historial delictivo.

Sus crímenes conmocionaron a una sociedad después de matar y violar a dos mujeres policías en prácticas en la localidad barcelonesa de Bellvitge, ahora, hace 20 años. Se trata de Pedro Jiménez que lo hizo durante un permiso penitenciario. Eso sí, en los pocos días que estuvo fuera de prisión cometió otros delitos.

Fue un incendio en la séptima planta del edificio que aparece en las imágenes sobre estas líneas el que dio la voz de alarma. La Policía acudió, pero se encontró algo que no esperaba. Eran los cuerpos sin vida de dos mujeres. Estaban "cada una en un dormitorio distinto", atadas "por los tobillos, manos y cuello", así como "amordazadas para evitar que gritaran", relataba durante el juicio una de las investigadoras.

Jiménez había violado, torturado y apuñalado de una forma salvaje a Aurora y a Silvia de 23 y 28 años, ambas policías en prácticas. Con el fin de deshacerse de las pruebas, su asesino quemó la vivienda y comenzó la búsqueda del culpable del doble crimen.

En la cisterna del baño de una cafetería de Barcelona se encontraron una navaja y unas zapatillas ensangrentadas, mientras que en la escena del crimen se encontraron las huellas de esos zapatos deportivos. Allí también hallaron restos de ADN en la hebilla de un cinturón, así como en el cuerpo de las víctimas.

Asimismo, los investigadores encontraron una factura de teléfono con un nombre. Correspondía a Pedro Jiménez, un hombre de 35 años condenado por otros delitos y que en aquel momento se encontraba de permiso por buena conducta. Tras 55 horas, fue detenido en Girona. Allí se encontraba escondido en una chabola que pertenecía a un ex compañero de la cárcel.

Jiménez se enfrentó a dos juicios. Uno de ellos fue sin jurado y el juez lo condenó a 84 años de prisión. En el otro sí que hubo un tribunal popular, el cual le condenó a 94. A pesar de que los informes eran claros a la hora de establecer que se trataba de un psicópata, el condenado defendió su inocencia.

Lo arrestaron por primera vez con 16 años y desde entonces encadenó una condena tras otra. En sus únicos 40 días de permiso en toda su vida, acumulaba robos, cinco violaciones e intentos de agresión sexual. A ello se suman los asesinatos de Aurora y Silvia. Estos actos lo volvieron a meter entre rejas.

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