TUVIERON A SU HIJA CON FECUNDACIÓN 'IN VITRO'
Dan en adopción a una niña italiana al considerar ancianos a sus padres de 56 y 68 años
El tribunal de apelación de la ciudad italiana de Turín ha confirmado la sentencia con la que se dará en adopción a una niña, actualmente de siete años, al considerar que sus padres, Gabriella y Luigi De Ambrosis, de 56 y 68 años en el momento de su nacimiento, no eran idóneos al ser demasiado ancianos.
La abogada de la pareja, Adriana Boscagli, anunció que recurrirá al Tribunal Supremo, al reiterar -cómo ha defendido desde que asumió el caso- que los padres "son absolutamente capaces de cuidar a la niña".
En septiembre de 2011, un Tribunal de menores decidió quitar la custodia de la hija de 15 meses a sus padres al considerarles demasiado ancianos y tras una denuncia por "abandono" de la pequeña presentada por una vecina.
Los jueces declararon entonces que la niña, que nació el 26 de mayo de 2010 en Turín mediante una fecundación 'in vitro' realizada en el extranjero, tenía que ser alejada de los padres naturales y fue entregada a una familia de acogida.
Según esta sentencia, la niña era "fruto de una aplicación distorsionada de las enormes posibilidades que ofrece el progreso en materia genética", "se quedará huérfana muy pronto y, además, se verá obligada a cuidar a unos padres ancianos, con posibles graves patologías o minusvalías".
Los problemas de esta pareja formada por Gabriella, bibliotecaria, y Luigi De Ambrosis, jubilado y exalcalde de un pequeño pueblo, comenzaron un mes después del nacimiento de la niña, cuando un tribunal de menores les quitó la custodia después de que los vecinos avisaran a la policía de que la pequeña había sido abandonada en un coche.
El padre asegura que había dejado al bebé durmiendo en la silla del coche, que estaba aparcado delante de la casa, mientras descargaba la compra y para no despertarla. El padre fue absuelto de la acusación de abandono, pero el tribunal de menores decidió que los padres eran demasiado mayores para ocuparse de la niña. La niña podrá ser ahora adoptada definitivamente por la familia con la que vive desde hace cerca de siete años.