ASEGURA QUE LA APODABAN "TIJERITAS"

La desgarrador relato de la policía de Palma que denunció vejaciones homófobas: "Mi superior me llamó bollera de mierda"

Una agente que denunció vejaciones homófobas por parte de dos compañeros de laPolicía Local de Palma por ser lesbiana ha asegurado en el juicio que cuando se dirigió al subinspector para decirle que quería irse de la unidad porque no aguantaba más, la insultó: "Mi superior me llamó bollera de mierda".

"Me trataban como a una basura", ha asegurado en su declaración ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Palma que juzga a tres policías por presuntos delitos contra la integridad moral, omisión del deber de perseguir ilegalidades, lesiones psíquicas, denuncia falsa, falso testimonio, intento de presentar testigos fraudulentos y contra la administración de justicia.

Los hechos denunciados se sitúan entre 2007 y 2008 y se han investigado como una pieza separada del llamado caso Policía Local sobre una presunta trama corrupta en dicho cuerpo de seguridad. Los acusados eran compañeros en la unidad motorizada de la Policía Local y, según la Fiscalía, se concertaron para humillar a una colega "movidos por su odio y desprecio a la condición homosexual" de su víctima. El fiscal pide la agravante por discriminación por orientación sexual.

Los tres han respondido solo a sus propios abogados en la primera jornada del juicio donde afrontan peticiones de condena de 4 años y 6 meses de cárcel, 6 años y 6 meses, y 10 años y 9 meses, y han negado las acusaciones.

El policía para quien la Fiscalía pide una pena más alta ha dicho que "nunca" ha realizado ninguna de las conductas vejatorias que mencionan los escritos de acusación. El que era el superior inmediato de la denunciante también lo ha negado: "Tengo compañeros de trabajo en la unidad nocturna que tienen la condición de homosexuales y jamás me han dado una queja, son amigos míos, hemos tenido una relación excelente toda nuestra vida profesional. Nunca y además yo no lo hubiese permitido esto".

La denunciante ha relatado que la insultaban, que manipulaban su motocicleta para dificultarle el trabajo, que la apodaron "tijeritas" y cuando ella se acercaba se tocaban los genitales, se ponían a jugar a piedra, papel o tijera; o bien simulaban que hablaban por un walky y decían "cambio y corto" riéndose de ella.

En una ocasión le mancharon la moto con huevos y uno de ellos le preguntó si le había gustado "la tortilla", y otra vez le preguntó en público si había salido del armario. Ha explicado que manipulaban su moto elevando la amortiguación o colocando el caballete central de la moto en vez del lateral para que le costara retirarlo.

También le desinflaban una rueda de manera cotidiana y simulaban el sonido del deshinchado cuando pasaban junto a ella. "Para mí eran vejaciones desde el momento en que era a las pocas semanas de yo entrar en la unidad. Yo entré en la unidad en agosto y ya tenía problemas en septiembre", ha asegurado. "Desde el primer momento fueron reacios a que yo estuviera allí", ha añadido.

En su declaración de dos horas y media ante el tribunal, ha relatado burlas, "hostigamiento, acoso e insultos" como algo cotidiano. "La manera de relacionarse conmigo siempre ha sido a través del acoso", ha insistido. Según la mujer, sus dos compañeros "estaban absolutamente obsesionados" con ella y la acosaron para forzar su salida de la unidad.

Del subinspector ha dicho que "lo podía haber parado en dos segundos porque era muy respetado y no lo paró porque no le dio la gana". Ha dicho que a raíz de los hechos sufrió episodios de ansiedad, taquicardias y cefaleas y está en tratamiento. "Mi vida no ha vuelto a ser la misma", ha dicho la víctima. "Esto me ha trastocado todo mi mundo", ha declarado. Ha señalado que cuando denunció públicamente su situación en una entrevista en la radio en 2016, los ahora acusados iniciaron "una campaña de acoso y descrédito" hacia ella que incluyó un denuncia falsa por la que intentaron imputarle una presunta agresión a un detenido una noche en la que ni siquiera trabajó por estar de licencia médica.

Tras la denuncia robaron el cajetín de la moto y la documentación y luego el propio vehículo y marcaron el telefonillo de su casa con pintura negra. "Pensé que me iban a matar", ha afirmado. Días antes del juicio la amenazaron por una red social y encontró una bolsa con tierra en su buzón.

A la salida del juzgado, la mujer ha recibido una ovación de varias personas concentradas esperándola, entre quienes figuraban los concejales de Palma Aurora Jhardi y Aligi Molina y el diputado de Podemos Carlos Saura. El juicio continuará mañana a partir de las 10.00 horas.

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