Trabajo de los Bomberos de la Comunidad

Puertas rotas y grietas en las paredes en el realojo de vecinos de San Fernando afectados por la línea 7B de Metro

"¿Dónde están los responsables?", se pregunta uno de los vecinos. Desde la Comunidad de Madrid, están estabilizando el terreno inyectando hormigón debajo de la zona. Los técnicos aseguran que solo hay pequeñas fisuras y que no hay que tomar medidas de emergencia.

En breve
>

Otros 52 vecinos de San Fernando de Henares tuvieron que ser desalojados de sus viviendas este martes por las afecciones que ha causado la línea 7b de Metro de Madrid, que ya ha dejado a más de 100 familias fuera de sus casas desde que comenzó este drama que se remonta 15 años atrás.

La ampliación del Metro con la línea 7b hacia las localidades de Coslada y San Fernando de Henares, al este de la capital, fue inaugurada en 2007, y ha tenido que ser intervenida en varias ocasiones, con cortes parciales o totales.

Las obras se han debido a daños ocasionados por la composición geológica del terreno en el que fue construida, que tiene una gran cantidad de aguas en el subsuelo que han debilitado la infraestructura del suburbano y las estructuras de más de 600 viviendas, además de espacios y edificios públicos.

"El Metro nos ha arruinado la vida a todo el pueblo", ha indicado un vecino del último bloque afectado por el suburbano, en el número 8 de la plaza de la Fuente del Trébol.

Son ya 100 familias las que han tenido que abandonar sus viviendas, algunas de ellas ya derruidas por daños arquitectónicos insalvables, mientras crece el miedo de los residentes en los bloques colindantes de ser los próximos afectados.

Los últimos 52 vecinos desalojados han tenido que pasar la noche del martes fuera de sus viviendas, algunos en apartahoteles y hostales facilitados por la Comunidad de Madrid y otros con familiares, y aunque los técnicos de la Dirección General de Infraestructuras de la Consejería de Transportes e Infraestructuras han concluido este miércoles que pueden regresar a sus casas por no tener daños estructurales, tienen "pánico" de volver.

"Yo vivo en el bajo y me hundo. El miedo que pasé ayer, lo siento mucho, pero no lo voy a volver a pasar... Creía que me iba a morir", ha afirmado María Ángeles, sin poder contener las lágrimas.

Fue esta vecina del sótano del bloque número 8, un edificio de cinco alturas, la que alertó al resto de los residentes por el telefonillo de las grietas en el techo de su vivienda, y ha asegurado que no volverá a su casa hasta que no le den "un papel firmado en el que se hacen responsables si pasa algo".

Un crujido motivó todo

Sobre las 17.30 de este martes, los vecinos escucharon un fuerte crujido mientras las máquinas estaban trataban de consolidar el terreno inyectando hormigón en la zona. Tras inspeccionar el inmueble, los bomberos de la Comunidad de Madrid constataron que habían "pequeñas fisuras" y, pese a no tener daños estructurales, se optó por prevención por el desalojo del edificio.

"En media hora nos vimos en la calle", ha señalado Mar, residente en el cuarto piso, que sintió los temblores y escuchó los gritos de sus vecinos, algunos que no podían salir de sus casas porque se descuadraron las puertas.

"No nos da explicaciones nadie, están haciendo mediciones cada dos por tres", ha denunciado esta vecina, que teme que les ocurra lo que a los vecinos anteriormente afectados que nunca más han podido regresar a sus casas.

Los residentes del último bloque afectado por el Metro han asegurado que "los temblores eran distintos a todos los días", y culpan a las labores de inyección del hormigón en la zona.

Exigen soluciones

Acusan a la Comunidad de Madrid de falta de "empatía" y de "humanidad", y se quejan de que después de lo vivido anteriormente con otros vecinos "no den ninguna solución". También han lamentado la "guerra política" entre las administraciones, el Ayuntamiento de San Fernando (PSOE) y la Comunidad de Madrid (PP).

"No da la cara nadie", han denunciado. "Esto es inhumano", ha expresado María Dolores, residente del bloque colindante con el edificio desalojado este martes, en el número 6, que teme ser la siguiente afectada.

Según esta vecina, las obras en el suburbano "están multiplicando las grietas" y generando daños que no había antes de estos trabajos. Desde el pasado 13 de octubre la Dirección General de Infraestructuras lleva realizando labores de consolidación de los terrenos afectados en el municipio, que abarcarán 10.000 metros cuadrados y que afectan, principalmente, a las calles Rafael Alberti, Presa, Pablo Olavide, Francisco Sabatini y Nazario Calonge.

El alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa, ha advertido al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de que el problema con la línea 7b de Metro se está "extendiendo", y ha incidido en que ya alertaron de que debía desalojarse el último bloque afectado porque "no se puede vivir".

"Si esto pasase en el barrio de Salamanca, en Pozuelo o en Las Rozas ya estaría solucionado", ha dicho en declaraciones a los medios, y ha censurado que anoche nadie de la Comunidad de Madrid se reuniera con los vecinos.

En la actualidad son ya 72 las familias realojadas por los problemas de Metro. En 27 casos se ha terminado el plazo de la alternativa habitacional establecida en la orden de emergencia que dictó el Gobierno madrileño y, al no poderse ampliarse, se ha llegado a un acuerdo con los vecinos por el que se les pagará 798 euros al mes durante seis meses, mediante la entrega de un cheque de 4.788 euros en concepto de anticipo.

Estará en vigor hasta que tengan las correspondientes indemnizaciones por el derribo de sus casas, a lo que el Ejecutivo regional destinará 7 millones de euros.

Las indemnizaciones oscilarán entre los 136.000 y los 355.000 euros por cada vivienda y entre los 10.000 y 33.000 euros por plaza de garaje, con la previsión de que se ejecuten durante el primer trimestre de 2023. De momento, se han tramitado diez ayudas de este tipo.

laSexta/ Sociedad/ laSexta
Más sobre este tema