Compleja operación

Desarticulan una banda de tráfico de drogas en Madrid con 300 kilos de cocaína y 94.000 euros incautados

La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación en la que seis personas han sido detenidas, entre las que se encuentra un histórico narcotraficante que introducía la mercancía en España desde Sudamérica.

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Madrid una organización que introducía cocaína en España desde Sudamérica y la distribuía en el Noroeste de Madrid, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un comunicado.

En el marco de la 'Operación Lagartos' han sido detenidos seis miembros de la red y se han intervenido cuatro vehículos y 94.200 euros en efectivo.

Entre los detenidos se encuentran un histórico narcotraficante -apodado 'Mechacorta', implicado en varias exportaciones de cocaína desde Sudamérica a Europa, y un hombre que utilizaba su propio taxi para encontrarse con otros miembros de la organización y así pasar desapercibido.

Tres miembros de la organización fueron detenidos "in fraganti" cuando estaban realizando un trasvase de 85 kilos de cocaína de un vehículo a otro.

Así ha transcurrido la operación

La investigación se inició a mediados de 2022 y estaba centrada en un conocido narcotraficante de Madrid, implicado en investigaciones anteriores, que aprovechaba su condición de conductor profesional para distribuir sustancias estupefacientes por varias zonas del noroeste de la capital.

Los agentes comprobaron que el hombre acudía a los encuentros que mantenía con el resto de miembros de la organización conduciendo su propio taxi, simulando que los desplazamientos se debían a su profesión y así no levantar sospechas.

Fruto de los seguimientos realizados al principal investigado, los agentes averiguaron que los responsables del grupo criminal se reunían de manera habitual en el interior de un chalet de la localidad de Boadilla del Monte.

Esta vivienda contaba con fuertes medidas de seguridad, como varias cámaras de detección en el perímetro de la vivienda, que permitían a los investigados conocer las matrículas de los coches que pasaban por las inmediaciones y personas que se aproximaban al lugar, lo que dificultaba las labores de investigación.

El dueño de varios bares en Madrid era el máximo responsable. Los agentes averiguaron que el máximo responsable de la distribución de la cocaína era dueño de varios bares en Madrid, que carecía de antecedentes policiales e historial criminal, y que mantenía en las operaciones un aparente rol secundario, teniendo contacto exclusivamente con uno de sus lugartenientes para no ser relacionado con la red criminal.

Los seguimientos al taxista condujeron a los investigadores a un domicilio de la localidad de Pozuelo, en el que el investigado acudía con su taxi de forma habitual y donde se encontraba con un hombre de origen ecuatoriano.

Gracias a la cooperación policial internacional, los investigadores descubrieron que se trataba de un histórico narcotraficante, apodado "Mechacorta", que estaba implicado en varias exportaciones de cocaína desde Sudamérica a Europa.

Las reuniones y encuentros entre ambos fueron cada vez más frecuentes hasta que se volvieron casi diarios.

Un cambio de vida radical

En la fase final de la investigación, los agentes observaron cómo el taxista modificaba radicalmente su rutina diaria, utilizando un coche que no habían observado hasta entonces y en compañía de una mujer tampoco vista hasta el momento.

Estas dos personas se desplazaron en un todoterreno de alta capacidad de carga y cilindrada hasta el aparcamiento de un centro comercial.

Allí contactaron con un hombre que se encontraba en otro automóvil y comenzaron a trasladar varias mochilas de deporte de un vehículo a otro de manera rápida.

Cuando los vehículos terminaron la operación e iban a abandonar la zona, se desplegó el operativo policial en el que se detuvo a las tres personas y se intervinieron 85 kilos de cocaína.

Tras esto, se detuvo a los otros tres miembros de la organización que estaban siendo investigados. Además se realizan tres registros domiciliarios, incluyendo los chalés de Boadilla y Pozuelo, en el que se encuentra una importante cantidad de dinero en efectivo, además de otros 21 paquetes de cocaína lista para su distribución, utensilios para la adulteración de la droga, sofisticados dispositivos para las comunicaciones, inhibidores de frecuencia o detectores de señales.

La operación se ha saldado con la detención de los seis miembros de la organización, la intervención de un total de 299 kilos de cocaína, 4 vehículos y 94.200 euros en efectivo.

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