Hay tres detenidos

Desmantelado un chalé insalubre que alojaba a 60 migrantes para explotarlos laboralmente en La Rioja

La Guardia Civil ha desmantelado este chalé en Villamediana, que se encontraba sin ventilación ni higiene adecuadas. Los trabajadores estaban obligados a vendimiar durante 9 horas, con 15 minutos de descanso.

La Guardia Civil en La Rioja ha desmantelado un chalé en Villamediana, ocupado de forma ilegal, que se encontraba en condiciones insalubres, sin ventilación ni higiene adecuadas, y en el que se alojaban 60 migrantes explotados laboralmente, a los que, en la mayoría de los casos, se obligaba a trabajar en la vendimia durante nueve horas al día, con 15 minutos de descanso para comer.

La delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz; el coronel jefe de la X Zona de la Guardia Civil en La Rioja, Enrique Moure; y el portavoz de la Benemérita en la región, Miguel Ángel Sáez, han presentado este jueves, en una rueda informativa, el resultado de la operación Espasmo, enmarcada en el 'Plan de actuación contra la trata de seres humanos y la explotación laboral' y en la que se ha detenido a tres personas de entre 44 y 52 años.

Los arrestados son considerados presuntos autores de los delitos contra los derechos de los trabajadores, lesiones y omisión del deber de socorro. A estos temporeros, la mayoría de ellos procedentes del norte de África y entre los que había 15 en situación irregular en España, se les pagada 8 euros la hora, algo inferior a lo marcado por el convenio de 8,93 euros, pero de esa cantidad les descontaban los gastos del transporte y las bombonas de butano que utilizaban para cocinar.

Un trabajador fue agredido

Además, uno de los trabajadores fue agredido y atropellado por negarse a trabajar por 6 euros la hora, y todos ellos "vivían bajo la constante amenaza de perder su único sustento", según Sáez. Arraiz ha indicado que la vivienda ocupada pertenece a una entidad bancaria y para residir en ella durante la campaña de vendimia los migrantes debían pagar entre 120 y 140 euros mensuales, así como aportar cuatro euros diarios para el transporte de ida y vuelta a las viñas de las localidades riojanas de Logroño, Briñas y la navarra de Mendavia.

Ha explicado que los tres detenidos han sido puestos a disposición judicial y dos de ellos tenían una empresa de intermediación con los dueños de las viñas para proporcionarles trabajadores, mientras que el tercero era el que, presuntamente, había ocupado el chalé en Villamediana a unos 6 kilómetros de Logroño Medidas de seguridad.

Un total de 48 agentes de la Guardia Civil, junto a drones del Equipo Pegaso, han participado en esta operación, que se ha salvado con la detención de estas tres personas. Sáez ha precisado que los propietarios de las viñas "no tienen responsabilidad" de esta situación y afirman que la desconocían. Además, algunos de ellos pagaban a la empresa que les proveía de trabajadores a 13,5 euros la hora, "por encima del convenio".

Le obligaban a vivir ahí

Ha relatado que esta operación comenzó a finales del pasado septiembre, cuando se tuvo conocimiento de que "un temporero había sido obligado por su contratante a vivir en una vivienda en Villamediana durante la temporada de la vendimia". Tras conocerse este hecho, se está organizando un operativo de vigilancia en el inmueble, en el que los agentes observaron que varias furgonetas salían del chalé cada mañana cargadas de temporeros para trasladarlos a varias viñas y que tomaban medidas de seguridad para evitar ser seguidos, como realizar paradas estratégicas, ha indicado.

Ha señalado que, con el fin de verificar la situación laboral de los temporeros, los agentes identificaron a los conductores y ocupantes de las furgonetas y registraron el chalé, donde informaron a los migrantes de sus derechos laborales y estos "no pusieron ninguna pega, incluso les ofrecieron café", ha recordado. Una vez informados por los agentes, 17 de los temporeros denunciaron las precarias condiciones en las que trabajaban y vivían en el chalé, donde también debían abonar las bombonas de butano para cocinar, lo que agravaba aún más su situación precaria.

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