Detenida por soltar a un enjambre de abejas contra la Policía para frenar un desahucio

Una mujer ha sido detenida y acusada de varios delitos por lanzar abejas de miel contra agentes de Policía que estaban llevando a cabo un desahucio. Ocurrió la semana pasada en Massachusetts, Estados Unidos, según ha informado este jueves el Departamento del Sheriff del Condado de Hampden en un comunicado.

De acuerdo con la nota, Rorie Susan Woods, de 55 años, llegó a la vivienda en un todoterreno con un remolque en el que llevaba a los insectos, saltó del vehículo y trató de soltar a miles de abejasde unas colmenas artificiales, mientras uno de los agentes intentaba impedírselo. Entonces, la mujer rompió la tapa de una de las colmenas y las abejas escaparon, picando al agente en el rostro y la cabeza. A continuación, la volteó entera, alterando al enjambre, que picó a varios miembros de la Oficina del Sheriff.

Siempre según la versión de las autoridades, la ahora acusada fue arrestada cuando se dirigía hacia la puerta de la casa, portando una colmena y con un traje de apicultor. Mientras era detenida, Woods, que no vive en la casa donde se estaba produciendo el desahucio, gritó a otra persona que también protestaba contra el lanzamiento que cuidara y diera de comer a su perro, que permanecía dentro del vehículo mientras miles de abejas volaban fuera del mismo.

Pese a su intento por paralizar el desahucio, no lo logró, según la Oficina del Sheriff, si bien varios empleados del departamento resultaron heridos y una persona tuvo que ser hospitalizada. Al parecer, según mantiene la Oficina, tras su arresto uno de los agentes comunicó a la detenida que él y varios de sus compañeros eran alérgicos a las abejas, a lo que ella presuntamente respondió: "Oh, ¿eres alérgico? Bien".

Tras su detención, Woods fue puesta en libertad sin fianza, aunque tendrá que comparecer ante el juzgado. La Oficina del Sheriff denuncia que varias personas sufrieron picaduras, miles de abejas murieron y los vecinos de la zona que son alérgicos han sido puestos en peligro "sin una buena razón". El desalojo, entretanto, sigue su curso legal y el banco está en posesión de la vivienda de 22 habitaciones, valorada en 1,5 millones de dólares.