Detenido un camarero en Denia por apropiarse de 840.000 euros del restaurante en el que trabajaba

La Policía Nacional ha detenido a un hombre en Dénia acusado de supuesta apropiación de 840.000 euros del restaurante en el que trabajaba como camarero. Los dueños del restaurante comenzaron a sospechar cuando implementaron un nuevo sistema informático que regulaba la facturación del local.

Tan solo cinco meses después se percataron de que faltaban 100.000 euros, hecho que pusieron en conocimiento de las autoridades. La investigación de la Brigada Local de la Policía Judicial concluyó que el dinero estaba siendo sustraído por una de las personas del sitio.

El detenido trabajaba allí desde el año 2012, y desde 2016 se ocupaba de las finanzas del local. Los empresarios, que tenían que ausentarse por asuntos médicos, depositaron en él su confianza para gestionar económicamente el lugar. Su método era elaborado: manipulaba los asientos de los tickets por cada servicio realizado y, como los regentes no solían estar, acudía en el día de descanso y borraba su rastro.

Tras integrar el nuevo sistema, los propietarios del restaurante descubrieron que faltaba dinero y notificaron el hecho a la policía. Su análisis desveló que la pérdida total ascendía a 840.000 en tan solo cinco años. Una vez descubierto, el arrestado admitió los hechos y devolvió los casi 100.000 euros sustraídos durante los últimos cinco meses.

Las autoridades realizaron un registro domiciliario y descubrieron multitud de productos de lujo valorados en 46.500 euros. Entre otros, había varios pantalones con la etiqueta puesta cuyo importe ascendía a 1.500 euros, zapatos de 750 euros o una chaqueta de 8.500 euros. Los agentes también observaron que se habían realizado reformas de lujo en su domicilio. Por ejemplo, se percataron de la existencia de una televisión integrada en un espejo del vestidor o de una caja fuerte.

Pero lo más llamativo fueron los viajes a Las Vegas, Los Ángeles, Emiratos Árabes, Argentina o México que realizó junto con amigos suyos, a los que también costeaba el trayecto. Además, contaba con un piso valorado en 180.000 euros. Todo apenas rozando los 1.000 euros mensuales de salario.