EL JUICIO SE REANUDA CON DATOS DE MÁS TESTIGOS

Dice pertenecer a un club secreto, invocaba a Lucifer, sacrificaba animales... los ritos del 'descuartizador de la picadora'

El presunto descuartizador de Majadahonda utilizó una picadora para deshacerse del cuerpo de su tía y de una inquilina, cuyos cadáveres no fueron localizados. La defensa argumenta que la "investigación ha sido mala" y que la única prueba contra el acusado es "una picadora con una gota de sangre".

En la denominada como 'casa de los horrores' en Majadahonda es donde presuntamente ocurrieron los hechos del 'descuartizador de la picadora'. Murieron asesinadas dos mujeres: la tía del asesino en 2010 y la inquilina del inmueble en 2015.

A ambas, supuestamente, las intentó triturar en una picadora, aunque en el juicio que comenzó contra él este lunes dice no recordar nada. Bruno Hernández padece esquizofrenia paranoide y está acusado de dos delitos de homicidio, uno de falsedad documental, estafa y tenencia ilícita de armas.

El 'descuartizador' de Majadahonda manifestó en su segunda vista que está obsesionado con las letras ER y dice pertenecer a un club secreto al que también pertenecen nombres como Esperanza Aguirre, Silvio Berlusconi o David Cameron.

Pero esta no es su única extrañeza, ya que sus vecinos aportan aún más. Dicen que realizaba ritos satánicos e invocaba a gritos a Lucifer, para lo que compraba animales vivos que luego sacrificaba en su propio domicilio.

Por ello, la defensa pide eximirle de todos sus delitos, aunque la fiscalía aprecia que existen elementos que le impiden eximirle totalmente de la pena por enfermedad mental.

Llegó a escribir mensajes desde el móvil de la inquilina cuando ya estaba muerta, y luego viajó hasta Barcelona para deshacerse del teléfono. Hechos que habría realizado a conciencia para eludir su responsabilidad. El juicio continuará con la comparecencia de más testigos.

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