El homenaje de un pueblo de Jaén a las mujeres que dedicaron su vida al ganchillo, una labor invisible que ahora da luz y color a las calles

En Bedmar, un pueblo de Jaén, ni los balcones pasan frío gracias a la Asociación de Bolilleras, que ha decidido adornar todo el pueblo con sus labores. Cristina Vico, miembro de la Asociación para el Desarrollo Rural de Sierra Mágina, indica que "el objetivo de esta iniciativa es poner en valor una de las labores que son tradicionales en la Sierra Mágina como es el ganchillo y los bolillos".

Y laSexta hemos ido a Bedmar para contar la historia de estas mujeres. "Queremos animaros a poner en valor todos los saberes de las mujeres", manifiestan las mujeres de la asociación, que son auténticas veteranas. "Yo desde los ocho años ya hacía ganchillo", cuenta Loren Adán, bolillera.

Después de tantos años, para ellas es muy fácil. "Metes la aguja en el palote y ya está", explica Antonia Delgado, bolillera, mientras que otra indica que solo tienes que "poner el patrón e ir haciéndolo". Según otra de las mujeres de la asociación, hacer ganchillo es tan sencillo que "el que no aprende es porque no quiere".

Ahora estas mujeres veteranas buscan despertar ese gusanillo, sobre todo, entre la juventud: "Que la gente lo valore y que conozcan esta tradición de Sierra Mágina para que no se pierda", expresa Cristina Vico.

Para adornar las calles esta Navidad han hecho todo tipo de adornos, desde figuras de Papá Noel, hasta estrellas, campanas, bolas de Navidad y mantas que han colocado en los balcones. "Para montarlo, vinimos aquí a ver qué se podía hacer y cada una daba una idea", señala la bolillera Ana María Narváez.

Además, este año tenían una motivación más, tal y como indica Vico: "Dar color a nuestros pueblos ante esta Navidad tan descolorida que se presenta". En laSexta no hemos aprendido a tejer a la velocidad con la que ellas lo hacen, pero nos han regalado una bola con la que nuestro árbol de Navidad también estará abrigado.