La discriminación que sufren las personas trans
El injusto precio que pagó Silvia por ser trans en España: dejó atrás una carrera profesional de éxito
"Antes de mi tránsito, cuando iba con traje, corbata y bigote todo el mundo me hacía caso en las reuniones, pero en la última a la que asistí me enviaron a por los cafés", lamenta Silvia. En este vídeo, las historias de tres personas que han sufrido discriminaciones solo por ser trans.
La Federación Estatal LGTB celebra este fin de semana la despatologización trans y lo hace con una campaña para visibilizar las distintas discriminaciones que sufren cada día las personas transexuales.
Una persona que ha sufido en sus propias carnes la discriminación por ser trans es Silvia Sicore. Y es que ser diferente en España se paga caro, tanto que para ella su transición le supuso tirar por la borda una carrera profesional de éxito.
"Antes de mi tránsito, cuando iba con traje, corbata y bigote todo el mundo me hacía caso en las reuniones. Sin embargo, en la última a la que fui me enviaron a por los cafés", cuenta Silvia, quien denuncia que "es la diversidad lo que no gusta".
Por ello, desde la FELGTB reclaman que se apruebe ya una ley estatal que ponga fin a este tipo de vejaciones. "La realidad de las personas trans son derechos humanos y está en juego nuestra igualdad, nuestras vidas y nuestra salud", afirma Uge Sangil, presidenta de Federación estatal LGTB. Y es que, tal y como defiende Silvia, "el hecho trans y la diversidad es un valor añadido, no un hándicap".
Otra mujer trans que sufrió discriminaciones fue Judit Calero. En su caso, cuando se atrevió a transitar, fue el sistema sanitario, según dice, el qué se lo impidió. "La médica me dijo: 'Tú no eres trans; tú eres un chico al que le gusta vestirse de chica de tanto en cuanto", recuerda. En ese momento ella tenía 27 años y toda su confianza depositada en los médicos, por lo que salió de la consulta "avergonzada" y sintiéndose "culpable" y "triste".
Después de esa primera experiencia, volvió al armario durante siete años, en los que no pudo ser ella misma porque alguien decidió por ella cuál era su género.
Mar Arnau es trans no binaria, es decir, no se identifica ni con el género masculino ni con el femenino. Sin embargo, lamenta que habitualmente se hace una "negación" de su persona, algo que, dice, es "muy doloroso". "Muchas veces me dicen: '¿Tú qué quieres ser? ¿Un helicópero? Pues no. Eres una mujer y punto y te voy a tratar como una mujer porque eso es lo que eres", cuenta Arnau.
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