UNO DE LOS MEJORES CÓMICS DE 2013 PARA LA CRÍTICA NORTEAMERICANA

‘El ojo privado’, una fábula en la que ocultamos nuestra identidad para guardar nuestros secretos

Un mundo hiperconectado donde cualquiera puede conocer nuestros datos no nos suena muy desconocido. El caso Snowden nos lo dejó muy claro pero tres meses antes ya lo habían planteado los catalanes Marcos y Montse junto al americano Bryan en el cómic ‘El ojo privado’. Una fábula futurista en la que todos ocultamos nuestra verdadera identidad para guardar nuestros secretos. Sea o no por el efecto Snowden el cómic ha sido designado por la crítica norteamericana como uno de los mejores del año 2013.

Marcos y Montse crean en su estudio de Barcelona una nueva entrega de 'El ojo privado', una fábula futurista elegida por la prensa estadounidense como uno de los mejores cómics de 2013 que plantea una sociedad donde todos ocultamos nuestra identidad para conservar nuestra, cada vez más olvidada, intimidad.

“Todo el mundo tiene identidades secretas, esto entronca un poco con la tradición americana de los superhéroes pero en este caso es una cosa mucho más mundana” comenta Marcos Martín, creador del cómic.

Mundano porque el origen de estas viñetas suena demasiado real. Todos nuestros datos estaban en una nube que estalló fue entonces cuando: "Todos los mensajes, las fotos, las búsquedas humillantes... todo estuvo al alcance de cualquiera que quisiera usarlo contra ti".

“Parece una cosa totalmente fantasiosa y luego de repente empiezan a ocurrir pequeñas cosas que exactamente son lo que Brian había imaginado” Montse Vicente, creadora.

El guionista americano de esta historia ya concibió sus conversaciones con Marcos y Montse como una especie de wikileaks. Además, su estreno el 19 de marzo de 2013 se adelantó un mes a la conferencia del jefazo de la CIA, Gus Hunt.

Este cómic en el que los policías son periodistas que persiguen información también se adelantó tres meses al gran escándalo de espionaje americano destapado por el exagente de la CIA, Richard Snowden.

Otra casualidad que nos da que pensar que esta fábula trata de adivinar el futuro de nuestra sociedad.

Para evitar esa necesidad Marcos y Montse no tienen ni móvil, ni Facebook porque como en su cómic quieren olvidarse de cualquier mirada indiscreta.

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