Enfermedades cardiovasculares, 13 tipos de cáncer, impacto en la salud mental... los problemas asociados a la obesidad infantil que afecta al 18% de niños en España

La obesidad infantil se ha incrementado, tal y como evidencian los datos y confirman los expertos. Josep Pont, terapeuta gastronómico, la define como "la pandemia real del siglo XXI".

Se trata de un problema estructural que afecta, especialmente, a quienes menos recursos tienen. Y para revertir esa tendencia, el Gobierno ha presentado el Plan Estratégico Nacional, 200 medidas para minimizar este problema de aquí a 2030: "Conseguir reducir el exceso de peso en la infancia un 25%, bajando, además, un 40% la brecha social asociada", afirmó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Uno de los puntos fundamentales, además de prevenir las implicaciones físicas, es reforzar la atención psicosocial. En este sentido, Norma Irene García, presidenta de la asociación ANEM Obesidad Infantil, señala que "el estigma del peso se ve reflejado como burla dese los compañeros y esto hace que haya un sufrimiento mental muy grave".

Poner solución a ese aspecto ayudaría a evitar problemas como la baja autoestima o las consecuencias negativas de ansiedad o depresión tempranas. Sin embargo, para ello, tal y como destacan los expertos, es clave priorizar, además, el papel de los padres. "Cuanto mejor comamos nosotros, nuestros hijos van a comer mejor o, como mínimo, van a tener este ejemplo donde inspirarse o basarse", defiende Josep Pont.

Siete de cada diez padres no perciben el sobrepeso de sus hijos

Asimismo, la reeducación, dicen, es fundamental ya que, según un estudio, los padres de siete de cada diez menores no perciben el sobrepeso en sus hijos, e incluso hay quienes "asocian una alimentación abundante o un sobrepeso casi a tener más salud", tal y como subraya Pont.

Para abordar todo ello, el Plan pone su foco hasta en siete entornos para combatir el sobrepeso de forma interdisciplinar: "Que desde bien pequeñitos les expliquen y sepan el impacto de lo que comen", afirma el terapeuta gastronómico.

El objetivo es prevenir problemas, como "enfermedades cardiovasculares, hipertensión o cánceres", cuyos costes de tratamiento disminuirían también si se logra reducir su prevalencia.