SIGUEN DESAPARECIDOS SEIS DE LOS INTEGRANTES DEL BARCO

Un equipo de 15 buzos de la Guardia Civil se suman al rescate del pesquero hundido en Asturias

Un total de 15 buceadores expertos de la Guardia Civil se suman al rescate del pesquero hundido frente al Cabo Peñas, en Asturias, y estarán ayudados de un robot de exploración y una cámara hiperbárica móvil. Son especialistas en buceo en lugares complicados. El mayor problema que se han encontrado hasta el momento es que las olas y las corrientes mueven mucho el barco hundido.

El Equipo de Buceo Técnico Avanzado a Gran Profundidad de los GEAS de la Guardia Civil, que llegará a Asturias este miércoles para tratar de acceder al pesquero hundido frente a la costa de Cabo Peñas, estará dotado de un robot de exploración y una cámara hiperbárica móvil.

Según informa la Dirección General de la Guardia Civil en un comunicado, este grupo de alta especialización, creado en 2010, está compuesto por doce expertos en buceo a gran profundidad destinados en los GEAS de Barcelona, l'Estartit (Girona), Madrid, Valladolid y Huesca, y son los únicos submarinistas capacitados para bajar a 100 metros de profundidad.

Para ello utilizan en las botellas una mezcla de tres gases, oxígeno, nitrógeno y helio, que les permite estar quince minutos en grandes fondos. Además, cuentan para sus operaciones con una cámara hiperbárica móvil y un robot de exploración.

Se trata del mismo equipo que llevó a cabo las labores de recuperación de los tripulantes del ultraligero desaparecido el pasado 22 de diciembre y que fueron localizados el 12 de enero sumergidos a 87 metros de profundidad en aguas de la provincia de Girona.

Con la incorporación de este equipo, serán un total de quince especialistas en actividades subacuáticas de la Guardia Civil los que participarán en las labores de rescate para tratar de acceder al barco pesquero hundido, en cuyo interior se cree que pudieron quedar atrapados los seis tripulantes que aún permanecen desaparecidos.

Dos de los buzos de Salvamento Marítimo desplazados al lugar del naufragio bajaron el martes a 30 metros y lograron acercarse a cuatro metros del pecio, pero desistieron por la gran peligrosidad de la operación, al encontrarse el barco sumergido en una zona de rocas donde rompen las olas y hay fuertes corrientes, lo que hace que el arrastrero, de 35 metros de eslora, se balancee continuamente.

La escasa visibilidad en la zona de inmersión y la presencia de aparejos hace que las operaciones sean aún más complejas, por lo que podrían prolongarse durante varios días, según fuentes de Salvamento Marítimo.

En la jornada del miércoles, los buzos de Salvamento Marítimo realizarán dos nuevas inmersiones en torno al pecio para seguir estudiando la situación. En la zona del naufragio han reanudado esta mañana las labores de búsqueda los medios marítimos de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, mientras que los helicópteros comenzarán a sobrevolar el lugar en cuanto mejore la visibilidad.

Tras el naufragio del pesquero en la madrugada del pasado lunes sólo pudo rescatarse con vida al segundo patrón del barco, Manuel Simal Sande, de 50 años y vecino de la localidad coruñesa de Muros, que el martes abandonó el hospital de San Agustín de Avilés, donde había sido ingresado con hipotermia y múltiples contusiones.

En los primeros momentos del operativo de rescate fueron recuperados los cadáveres del primer patrón de la embarcación, el portugués Francisco Gomes Fragateiro, y el del cocinero Manuel Indalecio Mayo Brea, natural de Muros. Siguen desaparecidos los gallegos Manuel María Tajes (mecánico) y Lucas José Mayo Abeijón (marinero); el joven asturiano Marcos del Agua Chacón, alumno en prácticas; el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga y los indonesios Suherman (mecánico) y Wasito (marinero).

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