España arde en pleno mes de marzo: preocupación por la oleada de incendios que asola el país

Preocupación por la oleada de incendios que asola España en pleno mes de marzo: solo en Asturias hay cerca de un centenar activos, mientras una treintena arde en Cantabria y el fuego cumple una semana en Castellón, donde se teme que el viento reavive algunos focos.

Allí, en Villanueva de Viver, los esfuerzos se centran ahora en refrescar los puntos calientes, tras unas condiciones nada favorables para las labores de extinción a lo largo de la jornada de este jueves, con "altas temperaturas, humedad relativa más baja" y viento, según ha detallado la consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo.

El esfuerzo de los efectivos que luchan contra las llamas, no obstante, está dando sus frutos y, aunque el fuego sigue activo, poco a poco los vecinos van regresando a sus casas. A lo largo de la tarde de este jueves pudieron hacerlo más de un centenar, pero más de un millar siguen esperando, presa de la desesperación tras tantos días sin poder volver a sus hogares.

La situación en Asturias es más crítica y ha precisado la intervención de la UME: a última hora de la tarde, 85 incendios continuaban activos en la región, afectando a 35 concejos. El viento ha complicado mucho la situación y el rápido avance de las llamas incluso ha obligado a un equipo de televisión a escapara toda prisa tras verse rodeado por el fuego y el humo, tal y como puede apreciarse en el vídeo que ilustra estas líneas.

Muchas casas han quedado completamente quemadas y el presidente del Principado, Adrián Barbón, ha aseverado que "los culpables son los que provocan estos incendios, que son auténticos terroristas". "Vamos a ser implacables con el Código Penal", ha advertido.

En esa región el número de incendios se ha multiplicado por seis en menos de dos días, mientras en las comunidades vecinas la situación también es complicada: en Cantabria, más de una treintena seguían activos este jueves, mientras que en Galicia el fuego en Baleria, Lugo, ha podido ser estabilizado tras muchas horas de angustia y más de un millar de hectáreas quemadas.