una realidad que aumenta cada año
España registra cerca de 150 secuestros parentales en los dos últimos años
Es al final de las vacaciones de verano cuando más secuestros parentales se registran. Después de pasar el verano con uno de los padres, los chavales no regresan con el otro progenitor. Sucede sobre todo entre los denominados matrimonio mixtos, es decir, cuando uno de los dos es extranjero. En los dos últimos años se han denunciado 148 secuestros en España.
Mercedes, divorciada desde hace varios años, espera en el aeropuerto la llegada de su hijo Álvaro procedente de Ecuador. El niño, de 11 años y nacionalidad española, ha pasado las vacaciones con su padre. Pasan los minutos, salen los pasajeros, pero Álvaro no aparece.
Su exmarido, ecuatoriano, no quiere devolverle al niño. Tras comprobar en la terminal que el menor no ha embarcado, se confirma un caso más de secuestro parental. Mercedes Jurado asegura que el padre "me viene diciendo que el niño no va a volver".
Y ahora, retiene ilegalmente a un menor, ya que no tiene ni la custodia ni la patria potestad de su hijo. La vuelta de las vacaciones es uno de los momentos en los que se producen más sustracciones de menores por parte de alguno de sus padres. Leticia Mata, directora del teléfono ANAR, afirma que"cada año aumenta el número de secuestros parentales".
El año pasado se produjeron en España 148 casos de secuestros parentales. Recuperar al hijo sustraído puede llevar años. Mata cuenta que "son procesos muy largos, y muchas veces se ha estudiado muy bien por parte del progenitor que sustrae para poner todo tipo de trabas".
Mercedes y su actual pareja están llenando el pueblo toledano de Illescas con fotos de Álvaro. Piden la firma y el apoyo de todos sus vecinos para que el Ministerio de Justicia actúe cuanto antes. El ministerio de Justicia asegura que ya ha remitido a la autoridad central de Ecuador la petición del retorno del menor a España.
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.