Carlos III, distinta estrategia

El estado de salud de Kate Middleton, marcado por el hermetismo británico meses después de su operación

La Casa Real británica se ha visto obligada a emitir un escueto comunicado este viernes sobre la princesa de Gales, aunque no despeja ningún interrogante sobre su situación actual: ¿algo ha ido mal o tiene que ver con su matrimonio?

Las dudas y las preguntas sobre el estado de salud de Kate Middelton desde que se conociese que fuese intervenida, han hecho que la Casa Real Británica emita un comunicado, que, sin embargo, no ha puesto demasiada luz sobre los interrogantes. En un mensaje escueto que tampoco supone un gran grieta en su hermetismo, se recoge que no se proporcionará ninguna actualización sobre su estado salvo que haya algo significativo. En resumen, el misterio alrededor de la Princesa de Gales no desaparece, al menos, por el momento.

Kate Middleton sonreía el pasado 25 de diciembre, sin saber que sería la última vez que se le veía en público. Nada hace sospechar que esta situación cambie en un futuro próximo, puesto que era a finales de diciembre, cuando se anunció que la Princesa iba a someterse a una cirugía abdominal. Y tras ello, solo ha quedado el vacío.

Tras casi tres meses de ausencia, y de silencio, hacen que la pregunta de medio mundo retumbe en los neoclásicos muros de la corona británica ¿Qué le pasa, en realidad, a Kate Middleton? Hoy, casi dos meses después de aquella primera nota, han lanzado una nueva todavía más breve. "Kate está bien". Pero, entonces, ¿por qué tanto hermetismo?

Al Rey Carlos III, también retirado de la vida pública por su cáncer, lo vemos cuando acude a recibir tratamiento, va a misa. En definitiva, se deja ver. Se trata de la misma estrategia que se utilizó con la reina Isabel, a la que mostraron, incluso, con las marcas de la vía en la mano días antes de morir.

¿Por qué Kate, entonces, ha desaparecido? Las especulaciones van en aumento en el país, entre las que se incluyen, desde que su enfermedad es muy grave hasta un hipotético distanciamiento. De hecho, esta semana, la ausencia de última hora del Príncipe de Gales en el homenaje a su padrino Constantino de Grecia ha disparado todas las alarmas. Motivos personales, alegaron, que no le impedían dos días después retomar su agenda. Las preguntas que antes se susurraban, ahora se gritan: ¿Dónde está y qué le pasa a la princesa?

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