Estas son las mejores ciudades para vivir en España

La OCU ha establecido, como cada año, las mejores ciudades para vivir en España a través de una encuesta en la que 2.800 personas han sido preguntadas por las 15 ciudades más pobladas. En lo más alto del ranking se encuentra Vigo que destaca "por aspectos como la seguridad, la limpieza o la educación", tal y como señala Ileana Izverniceanu, directora de Comunicación de la OCU.

A Vigo le siguen de cerca Zaragoza y Bilbao, con buenas valoraciones en movilidad y servicios de salud. Además, Valladolid y Córdoba también aprueban con nota. Y es que a la hora devotar, además de la oferta inmobiliaria, se valora la oferta de ocio y cultura y crece la valoración de los servicios sanitarios. Precisamente, en el caso de Córdoba, el 62% de la población está satisfecha con la sanidad.

Madrid y Barcelona, las peor valoradas

En el lado contrario se encuentran las ciudades que no satisfacen las necesidades de sus habitantes. Así, por debajo de la media se sitúan Murcia, Palma, Barcelona y Madrid, siendo estas dos últimas las peor valoradas.

En la encuesta se han analizado valores como la calidad de la educación, la limpieza, la sanidad o el precio de la vivienda. Precisamente, en eso último las más grandes suspenden. Y es que para alquilar una vivienda es importante no superar el 30% del sueldo. Sin embargo, en el caso de Madrid y Barcelona, se llevan más del 50%, lo que las elimina directamente de la lista de las mejores ciudades para vivir

En este sentido, Ferrant Font, director de estudios de 'pisos.com', señala que "la situación es muy heterogénea, y hay mercados con una tensión en los precios evidente donde se pueden superar los 5.000 euros por metro cuadrado, como puede ser San Sebastián, Barcelona o Madrid".

Sin embargo, estas ciudades destacan en el acceso al empleo y actividades culturales. Además del desembolso del alquiler, también ha influido la pandemia, que ha reducido diez puntos la evaluación general del conjunto de las ciudades en apenas un año. Habrá que esperar a que pase todo para mirar nuestras ciudades con otros ojos y sin mascarilla.