Montoya niega que la asesinara
La familia de Laura Luelmo eleva la pena que solicitaba inicialmente para Bernardo Montoya, acusado de violar y asesinar a la joven
El jurado popular del juicio que se celebra contra Montoya se ha retirado a deliberar después de que el magistrado entregara el objeto del veredicto a sus miembros. Previamente, la familia ha elevado la pena que solicitaba.
La acusación particular que ejerce la familia de Laura Luelmo ha elevado las penas que solicitaba inicialmente para Bernardo Montoya, el hombre acusado de violar y asesinar en el mes de diciembre de 2018 a la joven, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
La Fiscalía, las acusaciones que ejercen la familia y la Junta, y la defensa del investigado presentaron sus informes finales y tanto el Ministerio Público como la acusación popular que ejerce la Junta de Andalucía mantuvieron las peticiones de pena incluidas en sus respectivos escritos de conclusiones provisionales, mientras que la acusación particular elevó la pena que solicitaba inicialmente.
El Ministerio Público solicita prisión permanente revisable
El Ministerio Público ha solicitado prisión permanente revisable por el delito de asesinato para Bernardo Montoya, el cual fue detenido el 18 de diciembre de 2018, apenas un día después del hallazgo del cuerpo de la profesora en la zona conocida como Las Mimbreras a las afueras de El Campillo, localidad donde residía en la misma calle que su presunto asesino. La joven acababa de llegar a la localidad para impartir clases en el instituto del vecino municipio de Nerva.
Además, la Fiscalía considera que los hechos acontecidos son constitutivos de un delito de detención ilegal, un delito de agresión sexual y otro de asesinato, toda vez que argumenta que se dan las agravantes de género en el caso del delito de agresión sexual y la de reincidencia, en el de asesinato.
Por tanto, en su escrito señaló que procede imponer a Montoya la pena de 20 años por el delito de detención ilegal, 12 por agresión sexual y la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato. Cabe recordar, en este sentido, que la acusación popular que ejerce la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en el caso se ha adhirió a la petición de la Fiscalía.
Este viernes, pasadas las 12:30 horas, el jurado popular del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Huelva contra Bernardo Montoya, el único acusado de agredir sexualmente y asesinar en el mes de diciembre de 2018 a Laura Luelmo, la profesora zamorana de 26 años, en la localidad de El Campillo (Huelva), se ha retirado a deliberar después de que el magistrado-presidente del juicio entregara el objeto del veredicto a los miembros del mismo.
En concreto, este jurado popular está compuesto nueve miembros, cinco hombres y cuatro mujeres, así como hay otras dos personas --un hombre y una mujer-- que también han sido citados como suplentes. Ahora, tendrán que responder a las 19 preguntas de las que está compuesto el objeto del veredicto, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Aunque estaba previsto que el objeto del veredicto fuera entregado a las 10:00 horas, se ha producido un retraso al tener que cambiar "ciertos puntos" con los que había "divergencias", según ha informado el abogado de Montoya, Miguel Rivera, en declaraciones a los periodistas a su salida de la Audiencia. Así, ha explicado que los cambios son "irrelevantes" y que se han realizado "simplemente para hacerlo más accesible al jurado", pero que en "lo sustancial" ha habido "prácticamente unanimidad".
Con respecto a las palabras de su defendido, quien a la entrada de los juzgados dijo sentir "odio" tras ser cuestionado sobre si se sentía nervioso frente a esta jornada, Rivera ha matizado que "habrá querido decir que siente impotencia" ante "lo que él considera una situación distinta a lo que debería ser", por lo que cree que "ha dicho odio como podía haber dicho que se siente indignado".
Una vez entregado el objeto del veredicto, habrá que esperar a la decisión que tomen los miembros del jurado con respecto a si consideran o no culpable a Montoya de los cargos que se le imputan, una decisión que podrá dilatarse si lo consideran necesario.
Montoya pide perdón a la familia, aunque no reconoce el asesinato
Bernardo Montoya, quien reconoció que transportó el cuerpo de Luelmo, pidió perdón a la familia de la joven al hacer uso de su derecho constitucional a la última palabra durante la cuarta y última sesión del juicio que se celebra contra él en la Audiencia Provincial de Huelva, aunque no reconoció los cargos de asesinato, detención ilegal y violación que se le imputan.
Así lo indicó su abogado, Miguel Rivera, en declaraciones a los medios tras concluir la cuarta sesión, donde señaló que su defendido se ratificó en su última versión que inculpa a su expareja como la presunta autora del crimen, al tiempo que señaló que Montoya "lamenta todo lo ocurrido" pero "sin perjuicio de dar su versión", algo que considera que es "perfectamente conciliable" al estar "involucrado" ya que "reconoce haber trasladado el cuerpo", por lo que "motivos para pedir perdón tiene", enfatizó.
En la misma línea, el abogado de Montoya afirmó que el presunto asesino negó "todo" en su alegato final, al tiempo que manifestó que no ha visto "ninguna consistencia" y que lo deja "todo" a la fase de recurso.
Cuestionado por si su cliente pudiera tener algún tipo de disociación, señaló que "no es así", y remarcó que Montoya es una persona "inteligente" y que su cabeza rige "como un reloj suizo", tras lo que explicó que Montoya solicitó que su expareja declarara en el juicio, pero que no se ha dado "porque se sobreseyó la causa contra ella".
En este punto, remarcó que da por hecho que tendrá que recurrir al TSJA, ya que entiende que la sentencia será desfavorable y "excesiva" en primera instancia "aún en el caso de que se desestime" la inculpación a la expareja de su defendido, porque ve "atenuantes" y considera "excesiva" la prisión permanente revisable.
Un asesinato que conmocionó al país
El asesinato de esta profesora conmocionó al país y fueron masivas las concentraciones de repulsa y las carreras que se convocaron en recuerdo de la joven, que iba con ropa deportiva en el momento de su desaparición el 12 de diciembre de 2018.
La denuncia fue interpuesta por la familia y se activó el correspondiente dispositivo de búsqueda para dar con su paradero, siendo encontrada el día 17 de diciembre de ese año. Un voluntario que participaba en las labores halló prendas de mujer en la zona de Las Mimbreras y la Guardia Civil encontró el cuerpo a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.
Bernardo Montoya, con graves antecedentes penales como el asesinato de una anciana, se encuentra desde su detención en prisión provisional como presunto responsable. Este confesó el crimen en el interrogatorio policial en un primer momento, pero posteriormente cambió su declaración y desde el 4 de abril de 2019 mantiene la versión de que fue su exnovia la presunta responsable de la muerte de la chica.
Por su parte, en todo este tiempo la familia de la profesora ha pedido el mayor de los respetos e intimidad para afrontar este trágico acontecimiento y de hecho el juicio ha sido a puerta cerrada, como solicitó su abogado. La acusación particular anunció en su momento que solicitaba la prisión permanente revisable para Montoya.
Igualdad publicará en enero los feminicidios por violencia sexual o social
El Ministerio de Igualdad comenzará a contar en sus estadísticas, a partir del 1 de enero de 2022, a las mujeres víctimas mortales --feminicidios-- de violencias machistas fuera del ámbito de la pareja o como consecuencia de agresiones sexuales. Así lo ha explicado la delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, durante la rueda de prensa mensual para informar sobre los datos de víctimas de esta lacra y sobre los servicios del '016'.
El objetivo, según ha explicado, es ampliar los actuales datos, que se centran en las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, que se inició en 2003, y extender las estadísticas, como también se está haciendo legislativamente, a todas las violencias contra la mujer que recoge el Convenio de Estambul.
Las razones
El inesperado giro de la investigación del kayakista desaparecido en agosto: fingió su muerte y huyó del país para cobrar un seguro de vida
El kayakista Ryan Borgwardt, desaparecido en agosto de este año, no estaba muerto. Según han descubierto los investigadores, el hombre había contratado un seguro de vida y decidió fingir su muerte para cobrarlo. Esta es la historia de película.