Ha arrancado el juicio

Golpes, puñetazos y mucha sangre: así fue la brutal agresión que terminó con la vida de Samuel Luiz

Dos de los acusados por el asesinato fueron expulsados de una discoteca y se dirigieron a las escaleras donde se encontraba Samuel Luiz con una amiga haciendo una videollamada. Fue en ese momento cuando comenzaron los golpes y puñetazos.

Esta semana ha arrancado el juicio contra los acusados por la muerte de Samuel Luiz, quien fue agredido en mitad de la calle por un grupo de jóvenes al tiempo que le gritaban insultos homófobos. La fiscal ha descrito la paliza como una "cacería brutal" e "inhumana", en la que sus agresores estaban siendo "plenamente conscientes de que podían causarle la muerte y no le soltaron hasta que cayó desplomada".

José Luis Torá, periodista de laSexta, reconstruye cómo fue la brutal agresión que acabó con la vida de Samuel Luiz. El joven se encontraba pasando una noche de fiesta en un local de A Coruña. Sobre las tres de la mañana, dos de los acusados fueron expulsados por la seguridad del garito y se dirigieron hacia unas escalaras que cercanas al local, en las que estaba su víctima.

Cuando fueron a increparle, Samuel se encontraba con su amiga realizando una videollamada. Fue entonces cuando empezó el calvario y los insultos. "Le dijeron: 'maricón, deja de grabar'". Pero Samuel nunca grabó nada. De hecho, su amiga Lina, que estaba junto a él en ese instante, salió en su defensa y aseguró al grupo que no estaban grabando, sino que estaban haciendo una videollamada.

"En cuestión de segundos estaba en el suelo", recordaba la joven en el juicio, donde no pudo evitar romperse al hablar de cómo sucedió todo.

En ese momento, comenzó la brutal y letal paliza a la que se fueron uniendo varias personas. Una nube de golpes y puñetazos que no pararon hasta que Samuel fue ayudado por dos ciudadanos senegaleses. "Me venían por todos los lados", ha declarado uno de los senegaleses que intentó ayudar al joven. "Era como una pelea", ha recordado, y ha agregado que el joven "estaba lleno de sangre por todas las partes". "Nunca habíamos visto algo así".

Según la Policía, cuando el grupo fue consciente de la muerte de Samuel, se desplazaron hasta otro punto para orquestar testimonios e, incluso, borrar conversaciones y llamadas de teléfono para no dejar ni rastro.

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