UN CASO EXTRAORDINARIO

La historia del niño prodigio que con solo nueve años está a punto de graduarse en Ingeniería Eléctrica

El niño, que tiene pensado empezar Medicina a la vez que hará un doctorado de Ingeniería Eléctrica, quiere dedicarse en un futuro a desarrollar órganos artificiales.

Laurent Simons es un niño de nueve años de Bélgica que, con un cociente intelectual de 145, está a punto de graduarse en Ingeniería eléctrica en la Universidad Tecnológica de Eindhoven (en el sur de los Países Bajos). Su padre ha contado a la 'CNN' que ahora Simons tiene pensado estudiar Medicina, al mismo tiempo que hará un doctorado en Ingeniería Eléctrica.

Sus padres, Lydia y Alexander Simons, han expresado que pensaron que los abuelos del niño exageraban cuando hablaban de él como un genio. Sin embargo, los profesores del colegio de Simons pronto estuvieron de acuerdo.

"Notaron algo muy especial en Laurent, nos dijeron que era como una esponja", ha dicho la madre del niño de nueve años, añadiendo que los profesores le hicieron una prueba tras otra para determinar hasta dónde llegaba la capacidad intelectual del menor.

El niño terminó Secundaria con tan solo ocho años (diez antes de lo previsto) y en octubre de 2018 empezó los estudios universitarios de Ingeniería eléctrica en la Universidad Tecnológica de Eindhoven (TUE). Sjoerd Hulshof, director de la universidad ha señalado que "Laurent es simplemente extraordinario". Además, ha agregado: "Es el estudiante más rápido que hemos tenido aquí. No solo es hiperinteligente, sino también un niño muy comprensivo".

Por el momento, sus padres, ambos médicos, aseguran no tener una explicación clara de por qué su hijo prodigio aprende tan rápido. Su madre, Lydia Simons, ha bromeado con tener una teoría para ello: "Comí mucho pescado durante el embarazo".

A pesar de sus logros académicos, los padres de Simons recalcan que es un niño de nueve años, por lo que debe divertirse y hacer cosas adecuadas para un niño de su edad. "Él es solo un niño normal disfrutando de la vida", ha asegurado su padre. En concreto, a Simons le encanta jugar con su perro Sammy. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de su edad, ya sabe qué quiere hacer en el futuro: desarrollar órganos artificiales.

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