LA FAMILIA, DESTROZADA

Investigan si había vigilancia suficiente en la piscina de Ripoll en la que murió una niña: "Nadie estuvo pendiente de ella"

El día en el que Mireia, de cuatro años, murió ahogada en una piscina de Ripoll, faltaba una monitora y ahora investigan si había vigilancia suficiente. Así lo recoge el atestado de los Mossos al que ha tenido acceso laSexta. Los padres de la niña no entienden que nadie se diera cuenta en el momento de lo que estaba ocurriendo.

Destrozados, todavía no pueden entender cómo su hija de cuatro años murió ahogada en una clase de natación donde debía de estar vigilada por monitores. "Estuvo fatal, mucho tiempo y nadie vio nada", asegura su padre.

Se percataron de su ausencia, después de que todos los alumnos se ducharan. Cuando encontraron en un banco su albornoz y sus chanclas, según el atestado al que ha tenido acceso laSexta.

"Fue entonces cuando su profesora dio la voz de alarma, fueron a buscarla y se la encontraron flotando en el agua", añade su padre.

La monitora que estaba cuidando a la niña contó a los Mossos que ella es socorrista, pero ese día tuvo que sustituir a la monitora habitual. Ahora, se investiga si entonces se cubrieron todos los puestos de trabajo o si la seguridad de la instalación no estuvo 100% cubierta.

"Es muy grave, nadie estuvo pendiente de la niña, nadie sabía que estaba en aquella piscina", destaca el padre.

La propia monitora cuenta que tuvo que salir del agua a por una silla de ruedas para otra alumna pero que dos profesores vigilaban mientras a su grupo. Los agentes investigan si todos los trabajadores cumplieron con su función. Los investigados declararán ante el juez.

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