En Ourense

Un juez concede el cambio de sexo a Alejandro, un niño de ocho años en "situación estable de transexualidad"

El juez ha valorado "la suficiente madurez" del menor y el auto fue firmado el mismo día que se aprobó la ley trans.

El juez encargado del Registro Civil de Ourense ha concedido el cambio de sexo a Alejandro, un niño de ocho años, en cuya partida de nacimiento figuraba como mujer, al valorar la "suficiente madurez" y su "situación estable de transexualidad".

El auto firmado por el magistrado Darío Carpio Estévez Pérez, fechado el 10 de junio, se conoce el mismo día que el Consejo de Ministros aprueba el proyecto de ley trans que permite el cambio sexo en el registro sin informe médico ni psicológico a partir de los 12 años con determinadas condiciones y desde los 16 de forma autónoma.

"Cuando nace mi hijo nos dicen que es una niña, pero él siempre manifestó todo lo contario", ha explicado María José Rodríguez, madre de Alejandro, a laSexta.

Ella explica que desde muy pequeño se ha sentido un niño y así lo trataban en casa, pero se dio cuenta de que fuera no pasaba lo mismo: "Se da cuenta que fuera de casa no es leído como él quiere y nos manifiesta que siente la necesidad de cambiar eso".

Fue entonces cuando sus padres decidieron comunicarlo a la familia y el año pasado iniciaron el trámite en el registro civil para la rectificación del sexo. Pero María José cuenta que se lo denegaron por falta de madurez a pesar de que nadie había hablado con el menor: "Nadie habló con Alejandro, no fue al equipo de salud mental que es lo que exige la ley".

Finalmente consiguieron que el niño se entrevistara con un nuevo juez, al que respondió a todas las preguntas y que decidió que Alejandro tenía la suficiente madurez para saber quién era.

Así se recoge en el auto al que ha tenido acceso laSexta, que aclara que para la edad que tiene el menor posee un alto grado de madurez y que se encuentra sin duda alguna, en una situación estable de transexualidad. Es por ello que le concede el cambio de sexo registral, sin ningún un informe médico.

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