200 MENORES DAN VISIBILIDAD A SU NUEVA VIDA

Jugar, correr, sonreír sin parar... ¿Cómo es la vida de un niño después de un trasplante?

El Hospital de Vall D'Hebron en Barcelona realizó 90 trasplantes a niños el año pasado. Pero, ¿cómo es el día después? 200 niños dan visibilidad a la nueva vida que afrontan las familias de menores trasplantados. Demuestran que se puede jugar, correr y sonreír sin parar después de un trasplante, pero reivindican cariño, apoyo y, especialmente, más donaciones de órganos para niños.

Raquel recibió un nuevo hígado con apenas unos meses de vida. Ahora, con 15 años, es consciente de que "se te olvida cuando estás con la gente". Estudia teatro y danza para así poder cumplir su sueño: "En el instituto somos muy pocos los que tenemos algún problema".

Como ella, más de 200 niños que han recibido un trasplante en la Vall d'Hebrón se han reunido en Cosmocaixa para compartir esperanzas, deseos y disfrutar de la ciencia y la naturaleza, y para "celebrar la vida por eso", como asegura Teresa Pons, directora servicio de trasplantes Vall D'Hebrón. "Tienen que ser conscientes de que hay una realidad y de que podemos dar una oportunidad a estos niños, que es devolverles a una vida normal y plena como se puede ver", asegura.

Más de 1.600 niños se han sometido a un transplante en el maternoinfantil de la Vall d'Hebron y esta reunión también sirve para reivindicar la importancia del apoyo a las familias y la donación de órganos.

Montse Martí, de la asociación de niños con transplantes hepáticos afirma que "hay mucha necesidad de recursos y de inversión a nivel público y hospitalario. Entonces, dejamos toda la experiencia que supone un transplante, por ejemplo, a nivel emocional".

Alexandra, su hija, disfruta ahora como un niño más mientras su familia, sus amigos y sus médicos reclaman el apoyo de la sociedad para que aumenten las donaciones.

laSexta/ Sociedad/ laSexta