EL FISCAL PIDE 15 AÑOS DE CÁRCEL POR TRES DELITOS
El juicio a 'El Solitario' se aplaza hasta el martes para que pueda preparar la defensa
Jaime Giménez Arbe ha vuelto a España para enfrentarse a un juicio por tres delitos: atraco a un banco, tenencia de armas de guerra y falsificación de matrículas. El hecho de que llegara en la medianoche del miércoles ha hecho que el presidente del tribunal aplazara la vista para el martes que viene, en la que el fiscal pide 15 años de cárcel para 'El Solitario', que en la actualidad cumple condena en Portugal.
Jaime Giménez Arbe, conocido como 'El Solitario', ha 'coqueteado' con la prensa en la Audiencia de Madrid, donde se ha dirigido a las cámaras para enseñar sus grilletes, lanzar un beso y hacer el signo de la victoria y ha pedido a los periodistas que lo traten bien. El presidente del tribunal, Eduardo Jiménez Clavería, ha suspendido hasta el próximo martes el juicio a Giménez Arbe por un atraco a mano armada en una sucursal bancaria situada en la carretera de Madrid el 7 de febrero de 2007.
Los abogados del acusado, Francisco Javier Álvarez y Andrés Abadíe, solicitaron la suspensión por entender que si se hubiera celebrado el juicio se hubiera vulnerado el derecho de defensa, debido a que en una providencia del 27 de noviembre de 2013 la Sección Cuarta de la Audiencia madrileña manifestó que a Giménez Arbe se le tendría que haber traído con una antelación mínima de tres días para preparar la vista.
El acusado llegó el miércoles a la medianoche a la prisión de Valdemoro (Madrid), procedente de la cárcel de Monsanto (Portugal) donde cumple condena, por lo que ha sido imposible poder preparar su defensa, según sus letrados. Cuando se permitió la entrada a la sala a los medios audiovisuales y gráficos, el procesado ha enseñado sus esposas, ha lanzado un beso y ha hecho el signo de la victoria.
Al salir de la sala donde se acordó la suspensión del juicio, 'El Solitario' ha manifestado a los periodistas: "Tratadme bien, que últimamente me tratáis muy mal". Con posterioridad, sus representantes legales han mantenido una breve entrevista con el detenido en los calabozos de la Audiencia madrileña.
Giménez Arbe está "muy cansado físicamente y mentalmente" y "visiblemente afectado" por el trato que está recibiendo en la prisión de Monsanto, donde permanece encerrado en una celda, de la que solamente sale una hora al día y no tiene contacto con nadie más allá de los funcionarios, han relatado.
En la cárcel portuguesa, se dedica a leer y a intentar mantenerse "un poco cuerdo" en una situación "complicada", han precisado sus abogados, quienes han señalado que su defendido es una "persona normal", sin ningún tipo de problema mental, aunque físicamente "la prisión le está pasando factura". Los letrados han solicitado "en innumerables ocasiones" la extradición de Giménez Arbe para que cumpla condena en España, pero han apuntado que "las autoridades españolas no hacen todo lo que deben hacer y las portuguesas están poniendo bastantes trabas para que pueda venir".
EL JUICIO SERÁ EL PRÓXIMO MARTES
En el juicio que se celebrará el martes, la Fiscalía pide una pena de quince años y nueve meses de prisión para 'El Solitario' por los delitos de robo con violencia, depósito de armas de guerra y falsificación de documento público, con la circunstancia agravante de disfraz. La defensa indica que Giménez Arbe no va a reconocer los hechos porque el atraco fue cometido por una persona disfrazada que no se corresponde con su figura.
Además de las grabaciones de las cámaras de seguridad de la sucursal bancaria donde tuvo lugar el robo, los abogados del procesado han pedido las armas intervenidas y supuestamente usadas en el atraco, puesto que hay unas granadas que no son útiles, según un informe pericial, y aún así se le imputa el delito de depósito de armas de guerra.
El próximo martes la defensa volverá a pedir que se le quiten los grilletes al procesado durante el juicio, por entender que es "una persona que no ha producido ningún tipo de altercado", en contra del criterio del magistrado, que ha accedido a la petición de la Policía de que permanezca esposado por su "peligrosidad".
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