LOS PADRES DE LA MENOR DENUNCIARON LOS HECHOS

La Justicia no ve delito en la relación de un joven de 19 años con una niña de 12 por la "madurez" de la chica

En un auto, la Justicia entiende que el "grado de desarrollo y madurez" de ambos eran "parejos o similares", pese a que ella tenía 12 años y él estaba cerca de cumplir los 20.

En un auto, la Audiencia de Gipuzkoa confirma ahora una decisión previa del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián que el pasado octubre había dictado el archivo de las actuaciones. Ante la duda del consentimiento manifestado por su hija para mantener relaciones sexuales con el investigado, los padres recurrieron este archivo ante la Audiencia, "poniendo el acento en la notable diferencia de edad existente" entre la supuesta víctima, a la que faltaban dos meses para cumplir 13 años, y el chico, "cercano a los 20 en el momento de mantener la relación sexual".

Los hechos ocurrieron el 29 de junio de 2017, día en el que la menor decidió "escaparse" del domicilio en el que convive con su madre en San Sebastián tras una discusión y fue al domicilio del joven, con el que había quedado ya en unas cinco ocasiones. La niña acudió a la casa del chico, donde se produjo la relación sexual hasta que ella le pidió que cesara, solicitud ante la que él, "de forma inmediata, paró".

En su auto, la Audiencia de Gipuzkoa recuerda ahora que, en su declaración judicial, la niña admitió que sabía que el chico tenía 19 años, que "fue ella la que le propuso mantener relaciones sexuales" y que "en ningún momento él le obligó" a hacerlo. Por su parte, el investigado declaró que la menor primero le aseguró que tenía 16 años y más tarde le dijo que 14; que "fue ella la que se puso en contacto con él y le pidió ir a su casa"; que luego "ambos decidieron tener relaciones", sin que él le presionara "de ninguna forma"; y que, "en el momento en el que ella le pidió que parara, él lo hizo de forma inmediata".

El auto de la Audiencia considera ahora que estas relaciones no fueron constitutivas de delito, apoyándose en el informe de evaluación elaborado por el equipo psicosocial de los juzgados. Este documento constata que la menor presenta una apariencia de desarrollo "muy por encima" de su edad y con "pleno desarrollo fisiológico", al igual que sucede con su "capacidad de expresión verbal, comprensión y asunción de la situación en la que se halla inserta".

Además, revela que la chica "conoce la trascendencia de mantener relaciones sexuales" y que estas fueron "consentidas y admitidas". En cuanto al investigado, el informe mantiene que "no se ha podido comprobar que coaccionara, amenazara o usara violencia o intimidación" contra la niña, sin que se detecten entre el joven y la menor "diferencias significativas en su desarrollo cognitivo intelectual".

Por este motivo, el auto concluye que en este caso "no se ha producido" una situación de "prevalimiento" del investigado sino que, "por el contrario", ambas partes "otorgaron su consentimiento de manera voluntaria y libre".

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