RECURRIRÁN LA SENTENCIA

Un juzgado obliga al Ayuntamiento de Herencia, Ciudad Real, a reponer dos placas franquistas retiradas de un convento

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 1 de Ciudad Real obliga al Ayuntamiento de Herencia a reponer las placas franquistas adosadas a ambos lados de la entrada principal de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, que también acoge un convento de Los Mercedarios.

Así lo ha asegurado el Consistorio en una nota de prensa en la que ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha la sentencia sobre el acuerdo de retirar las placas en las que aparecen los nombres de personas muertas durante la guerra civil.

Las dos placas de mármol fueron retiradas por operarios municipales de Herencia el 18 de marzo de 2016 en base al informe de la Policía Local que aconsejaba hacerlo de madrugada para evitar que se volviera a producir algún incidente como el que había tenido lugar unos días antes, cuando un grupo de vecinos lo había impedido.

La retirada de las placas se produjo, además, pocos días después de que los familiares de los 76 nombres que aparecen inscritos en ellas acordasen cambiar la frase 'Caídos por Dios, España y su revolución nacional sindicalista' para no incumplir la Ley de la Memoria Histórica.

Las familias sustituyeron esa frase por otras de "concordia", en concreto 'Amarás al prójimo como a ti mismo' (placa izquierda) y 'Perdonad y seréis perdonados' (placa derecha), pese a lo cual el Ayuntamiento consideró, en base a los servicios jurídicos, que eran las propias placas, no solamente su leyenda, las que incumplían la ley y acordó retirarlas.

La sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 1 de Ciudad Real reconoce ahora que el acuerdo de retirar las placas es ajustado a derecho, porque se incumplía la Ley de Memoria Histórica, pero obliga al Ayuntamiento a reponerlas suprimiendo, además, las dos frases que se inscribieron en 2016 sustituyendo a las antiguas.

El Ayuntamiento ha explicado, por otra parte, que para volver a colocar las placas en la fachada de la iglesia conventual necesita la autorización de la Viceconsejería de Cultura de Castilla-La Mancha ya que es un edificio especialmente protegido, al tratarse de un Bien de Interés Cultural.

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