Largas esperas y toneladas de CO2 extra: estas son las razones para prohibir los vuelos cortos

'#Mequedoentierra' es una iniciativa llevada a cabo por Greta Thunberg. La joven sueca defiende que la fuerte contaminación de los medios de transporte aéreos no es compatible con lo que ella defiende: una revolución contra el cambio climático.

Con tan solo 16 años ya ha conseguido que miles de estudiantes salieran a las calles por el clima y se ha atrevido a dedicar unas duras palabras a los gobernantes europeos pero, hace un par de meses, además se alegró por una noticia del país en el que nació: los vuelos bajan un 4,5% en Suecia en el primer cuatrimestre de 2019.

Y es que para frenar el impacto ambiental de este medio de transporte, en los parlamentos de Francia y Holanda ya está comenzando a abrirse el debate sobre prohibir los vuelos cortos.

Pero, ¿qué es un vuelo corto? Por ejemplo, un avión permite transportarse de Ámsterdam a Bruselas en tan solo 45 minutos. Unido a las largas esperas de embarque y la lejanía de los aeropuertos a los centros de las ciudades, la larga espera podría ser de una hora y 50 minutos si utilizaramos el tren, ahorrando además más de 48 kilos de CO2 al planeta.

Lo mismo ocurre en Francia, donde un trayecto Marsella-París tiene tan solo una hora y 20 minutos de duración. La iniciativa de la pequeña Greta es, por tanto, que los vuelos que puedan sustituirse por un trayecto menor a tres horas de duración en tren, se eliminen.