ESPAÑA SE DERRITE
Las consecuencias de la ola de calor: sube el consumo eléctrico y aparecen las primeras víctimas de los golpes de calor
Aparatos como los ventiladores o los aires acondicionados han dejado de ser una opción, y eso ha disparado el consumo.
Las temperaturas, por las nubes. "Pásame agua fresca", grita un empleado a otro que trabajan al aire libre. Porque esta ola de calor la notan especialmente quienes trabajan al sol. "Cuando se pasan los 40 grados sí que se pasa mal", asegura un operario. Están obligados a cambiar sus rutinas.
Esta misma táctica también se da en el campo. "Salimos antes y damos más veces agua", explica el ganadero Juan Antonio Marchena. Y a toda prisa ultiman detalles en un festival de música como 'Cultura Inquieta' para dejarlo todo preparado antes de que el sol apriete.
En Asturias o Pais Vasco ya se han atendido a varias decenas de personas por golpes de calor. En Mallorca se investiga además la muerte de un hombre de 60 años que ha sido encontrado en parada cardiorespiratoria.
España se derrite: la ola de calor pone en alerta roja a casi todo el país con temperaturas que baten récords
En Jerez de la frontera utilizan recursos más tradicionales: ventanas abiertas. A falta de aire acondicionado, los trabajadores municipales podrán salir antes del trabajo. En Bilbao, la piscina pública ya no es una opción. Está cerrada por la huelga de trabajadores de polideportivos.
Allí se nota la compra de ventiladores. Rober vendió 24 en un solo día: todos los clientes fueron con prisas. Este calor también se nota en el consumo eléctrico: un 11% más que el jueves de la semana pasada.
Se queja, pero no vive ahí
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