AGRADECEN EL APOYO CIUDADANO

Los bomberos que salvaron a dos chicas en Tarragona temieron por sus vidas: "Al mínimo error, nosotros también nos íbamos para abajo"

laSexta habla con los bomberos que rescataron a dos mujeres atrapadas tras una tromba de agua en Tarragona. Aseguran que temieron por sus propias vidas y reconocen también que sin la ayuda de otras personas que estaban cerca no podrían haberlas salvado.

Un par de bomberos salían hacia un servicio cuando de pronto se encontraron con la situación de vida o muerte. Luis del Campo, uno de los bomberos que participó en el rescate, cuenta que "de repente vi a una señora desesperada que empezó a gritar que dos chicas estaban debajo de un coche e inmediatamente me temí lo peor al ver una moto debajo del coche".

Así nos los cuenta uno los bomberos que aparecen en el vídeo del angustioso rescate en Tarragona. En ese momento salen disparados del coche y ven que están atrapadas: "Conseguí tocar la cabeza con el pie pero temía que el agua se las llevara para abajo, así que empezamos a tirar de ellas pero era imposible y pensamos que lo mejor era volcar el coche".

Luchan contra la corriente, llegando a tener miedo en algunos momentos, porque "por mucho que estás ayudando a una persona, tú también estas luchando por sobrevivir porque a la mínima maniobra que hagas mal te vas para abajo". De hecho, llegó a agotarse: "Tanto la pobre señora que estaba abajo, que no respiraba en ese momento, como yo, estábamos completamente agotados".

Nada de eso habría sido posible sin la ayuda de varios héroes ciudadanos. Uno de ellos explica que fue un "acto arriesgado porque había mucha corriente y el agua nos podía haber llevado a nosotros".

Pero finalmente consiguieron levantar el coche y sacar a las chicas, aunque como avisa el bombero, "si llegamos a estar solos el sargento y yo, yo creo que no lo habríamos logrado y quizá en vez de dos rescatados, habría cuatro atrapados".

Y pese a que costó, logran que respiren y salvan la vida a estas dos mujeres de 21 y 45 años. "Ver que las dos se iban respirando y que una de ellas incluso sonrió, no tiene precio", sentencia Luis del Campo.

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