Condenado a 159 años
La madre de Marta Calvo pide prisión permanente para el condenado por matarla, Nacho Palma: "No pararé"
"Hemos llegado hasta aquí y llegaremos donde haga falta; si tenemos que ir al Supremo iremos al Supremo", ha asegurado este martes antes de la vista de apelación a la condena al presunto asesino de su hija.
La madre de Marta Calvo, Marisol Burón, ha asegurado este martes que no va a parar y que llegará "donde haga falta" hasta que se le imponga al presunto asesino de su hija, Jorge Ignacio Palma, al que se ha referido como "un asesino psicópata y malvado", la prisión permanente revisable.
Así lo ha destacado Marisol Burón en declaraciones a los medios antes de la vista de apelación que ha tenido lugar en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, un órgano que ha dicho que espera que "dé la razón" a la familia y al resto de víctimas, pues la prisión permanente revisable, ha dicho, "es lo que merece" Palma.
"Hemos llegado hasta aquí y llegaremos donde haga falta; si tenemos que ir al Supremo iremos al Supremo, pero hasta que no oiga la prisión permanente revisable no voy a parar", ha destacado Burón.
Ha explicado que su defensa va a ratificar lo que han pedido, mientras que la abogada de Palma pide la libre absolución: "Esperamos que eso no ocurra".
"Estábamos esperando que llegara este día, con toda la ilusión y la esperanza puesta en que a este asesino psicópata y malvado le condenen con la prisión permanente revisable y no vuelva jamás a ver la luz, porque mi hija y las demás no la van a ver".
En este sentido, ha considerado que "qué menos que Palma pague por todo el daño que ha hecho, porque ha hecho mucho daño".
"A mí, a toda mi familia, a mi hija, a la que con 25 años le ha quitado la vida de esa manera", ha destacado, y ha recordado que “hay dos muertes más, tres muertes en total que sepamos, y ocho tentativas”.
"Ha hecho mucho daño, y no voy a parar; voy a llegar donde tenga que llegar, al Supremo y más allá", ha concluido.
La defensa: "Se le condenó por una parafernalia"
Por su parte, la defensa de Jorge Ignacio Palma, condenado por los crímenes de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas, insiste en su inocencia y ha subrayado que se le condenó "por una parafernalia", por "hipótesis, conjeturas y sospechas".
La Audiencia condenó a Palma como autor de un delito contra la salud pública (cinco años de prisión); otro contra la libertad e indemnidad sexuales (dos años y cinco meses de cárcel); seis delitos contra la libertad e indemnidad sexuales en concurso con seis intentos de asesinato (14 años de cárcel por cada uno de ellos) y otros tres delitos contra la libertad e indemnidad sexuales en concurso con tres asesinatos consumados (22 años y diez meses de cárcel por cada uno).
La defensa ha comenzado su intervención afirmando que a su cliente se le ha condenado "sin base probatoria". Al respecto, ha cuestionado tanto el delito contra la salud pública como el de integridad moral o los asesinatos.
En relación con el asesinato de Marta Calvo, la letrada ha manifestado que es "increíble" lo que se recoge en la sentencia para llegar a la condena: "En el objeto del veredicto se indica que se condena pese a no tener pruebas, concluyen que la muerte se ha podido producir por intoxicación, afirman que existe la posibilidad...".
A su entender, "una condena por asesinato, cuando no se puede decir cómo se ha producido la muerte ni por qué, no se puede fundamentar". En este sentido se ha referido a una sentencia del Supremo para afirmar que "el carácter odioso de hechos denunciados no puede determinar una degradación del hecho constitucional". "Entiendo que en este caso hay hechos odiosos pero estamos en un procedimiento penal y no podemos fundamentar la sentencia condenatoria sin pruebas legales y establecidas en el ordenamiento jurídico", ha agregado.
Otro gasto más
La denuncia de los trabajadores sobre las cenas de Navidad: tan solo un 15% las pagan las empresas
Las cenas de empresa ya no son lo que eran. Los trabajadores se quejan de que estos eventos tienen precio de oro y que ya no los paga la empresa, sino que el dinero sale de su propio bolsillo.