PIDEN QUE PAGUEN LAS EMPRESAS

Mal aparcados, tirados u ocupando la acera: los vecinos denuncian la otra cara de los patinetes

Los vehículos no contaminantes se extienden para reducir la polución, pero también traen nuevos problemas. En Sevilla ya se multa con hasta 400 euros por cada patinete mal aparcado. Las ciudades crean nuevas normas para intentar que los peatones no tengan que ir esquivando patinetes y bicis tirados por las aceras.

Abandonados en medio de la calle, tirados por el suelo u ocupando aceras estrechísimas. Los vecinos de varias ciudades denuncian que los patinetes y bicis se dejan mal aparcados, pudiendo causar serios problemas. Prueba de ello es el vídeo grabado en Málaga por una persona en silla de ruedas, a la que le resulta imposible pasar por este motivo.

El centro de Madrid ya es para muchos un cementerio de patinetes y bicis de alquiler. A pesar de que el Ayuntamiento ha dado instrucciones para que los patinetes se aparquen en las zonas habilitadas para ello, solo hace falta dar unos pasos por el centro de la ciudad para encontrarlos mal aparcados e incluso tirados en el suelo. "Los dejan de cualquier manera, tirados, en las aceras así no puedes", se queja un vecino, "es civismo".

Las asociaciones de vecinos piden que se multe a las empresas. "Si un cliente suyo abandona un patinete en un lugar inadecuado, que la empresa se encargue de cobrarle al usuario", apunta Jordi Gordon, portavoz de 'Somos Malasaña'.

En Barcelona el Ayuntamiento ha puesto casi 2.000 multas en lo que llevamos de año por aparcar patinetes y bicis en lugares no autorizados, pero seguimos encontrándonos con patinetes mal aparcados por la Ciudad Condal.

En Sevilla, desde el 19 de agosto paga la empresa. "Lógicamente, se multa a la propietaria del patín y por tanto es la empresa la que tendrá que correr con esos gastos", indica Juan Carlos Cabrera, delegado de Gobernación del Ayuntamiento de Sevilla.

Las ordenanzas municipales establecen que los patinetes deben aparcarse en las zonas habilitadas para ello, en la calzada y como última opción en la acera, pegados al bordillo y dejando tres metros para pasar, nunca en pasos de peatones o paradas ni anclados al mobiliario urbano. Normas lógicas para que en las ciudades los patinetes y bicis de alquiler puedan convivir con los peatones.

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