PROPONEN QUE SE INCLUYA EN LA CONSTITUCIÓN
Las mareas ciudadanas convocan un plebiscito para reivindicar el derecho a ser escuchados
Las mareas ciudadanas han convocado desde este domingo hasta el 30 de junio un plebiscito ciudadano en toda España para que la población se pronuncie a favor o en contra de temas como la deuda o la privatización de los servicios públicos. Denuncian que los actuales instrumentos de participación ciudadana como el referéndum o la ILP no funcionan, por eso proponen que se incluya el plebiscito en nuestra Constitución.
La diferencia entre el plebiscito y el referéndum es que el primero puede ser convocado directamente por los ciudadanos, no necesitan la autorización del Gobierno.
Cerca de mil urnas, que permanecerán hasta el domingo 30 de junio, se reparten este domingo por toda España con el objetivo de llevar la democracia directa a pie de calle.
Cuatro preguntas sobre el rescate, los recortes, la corrupción y la propia democracia. Solo dos respuestas Si o No.
Ellos se encargarán de recoger los datos al final de cada día y transmitirlos informáticamente a una Junta central que sumará síes o noes hasta el 30 de junio. Los resultados serán públicos y su intención es llevarlos ante el Congreso.
Es la primera vez que se hace en nuestro país porque el plebiscito no está legislado en España. Por eso las mareas ciudadanas se han acogido directamente a la Constitución, “que dice que los ciudadanos pueden participar en los asuntos públicos directamente o por medio de representantes”, recuerda Manoli Romero, organizadora del Plebiscito Ciudadano.
Imitan a los estudiantes chilenos que en 2011 convocaron el primer plebiscito ciudadano por la educación pública. Una herramienta para que el pueblo pueda expresar su voluntad y que al contrario del referéndum, puede ser convocado por los propios ciudadanos y no solo por el poder.
Aquí, sin embargo, algunos expertos se muestran críticos con el sistema. “No necesariamente los ciudadanos tienen tiempo, interés o entienden esas cuestiones tan técnicas”, afirma Ainhoa Uribe, del Instituto de Estudios de la Democracia.
Por su parte, el politólogo Ramón Cotarelo opina que va a ser “muy difícil llegar a ningún tipo de conclusiones teniendo en cuenta que hay que cruzar ocho posibilidades”.
Desde las mareas insisten, lo que hoy comienza solo es un primer paso, porque ante todo esto es una toma de conciencia.
Cuando la calle parece no parece ser suficiente para hacer reaccionar al poder, hay que buscar nuevas armas para reivindicar el derecho a ser escuchados.