Todo un ejemplo

Mariano Sanz, de 91 años, se gradúa en Economía demostrando que "todo el mundo puede ser lo que quiera si se lo propone"

Tras dejar la carrera en 1954 por obligaciones profesionales, Mariano decidió retomarlos en plena pandemia, convirtiéndose en un símbolo de perseverancia. Su emotiva graduación en la Universidad Complutense de Madrid se ha hecho viral, inspirando a muchas personas mayores a retomar sus estudios y alcanzar sus sueños.

A sus 91 años, Mariano Sanz acaba de graduarse en Economía, una carrera que dejó a medias cuando era joven debido a sus obligaciones profesionales y que decidió retomar hace poco tiempo por el mero placer de aprender, un paso que anima a dar a otras personas mayores que como él no acabaron sus estudios.

El video de su graduación en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, en el que Mariano Sanz salía a recoger el diploma entre los aplausos del público, se ha hecho viral en las redes sociales, un hecho que ha sorprendido a este anciano de aspecto juvenil y con una cabeza prodigiosa, que asegura que no hay edad para volver a estudiar. "Por supuesto que no. Todo el mundo puede ser lo que quiere ser si se lo propone. Tardará tiempo, le costará trabajo, sacrificio, pero se puede llegar", asegura en una entrevista con la Agencia EFE, en la que hasta hace poco ha sido su facultad.

En su caso empezó la carrera de Economía en 1954, pero al poco tiempo tuvo que interrumpir sus estudios para hacer el servicio militar y luego se centró en trabajar y aprender idiomas fuera de España. Estuvo viviendo en París con diversos oficios y en Londres, trabajando en el campo y de camarero en un hotel, y luego recaló en Ginebra (Suiza) con un puesto en una empresa internacional.

Al volver a Madrid años después se dedicó a la exportación de productos agrícolas, combinando así sus dos grandes intereses: la naturaleza y el comercio exterior, pero al liberarse de sus obligaciones profesionales y familiares decidió retomar los estudios universitarios en el curso 2020/2021, en plena pandemia, algo que no le frenó para cumplir con su objetivo.

"He sido bastante activo siempre", cuenta Mariano, que se puso en contacto con la facultad y logró que le convalidaran tan solo algunas asignaturas de primero y de segundo, ya que "habían pasado muchos años y los planes de estudio eran totalmente diferentes".

La vuelta a los estudios la hizo "poco a poco" y con ayuda de clases particulares con aquellas asignaturas que le costaron más trabajo, entre ellas las matemáticas, aunque en general le ha ido muy bien en estos años, ya que solo ha suspendido "en dos o tres ocasiones", algo que considera "muy normal".

Mariano asegura que no ha faltado a clase en ninguna ocasión en estos años, ni siquiera durante la pandemia, cuando tuvo que seguir las clases por internet, y cuenta que la relación con sus compañeros ha sido "fenomenal" todo el tiempo. "Me sentaba en primera fila porque oía mal y no veía tampoco muy bien. De mis coleguillas conocía a los que se sentaban en primera fila, a los otros no, pero todos me conocían a mí", comenta este anciano, consciente de la rareza de que haya estudiantes de su edad en la universidad.

En la parte práctica, le convalidaron su experiencia profesional en comercio exterior, un tema que ha sido además fuente de inspiración para su trabajo de fin de grado (TFG), en el que ha obtenido matrícula de honor, la única de toda su carrera. "Quizá se exageró la nota un poquito", bromea Mariano, que está muy contento por su experiencia y destaca que en la actualidad hay "profesores magníficos" y medios "extraordinarios" como internet para estudiar, que hacen que tengas todo "a mano".

Tras graduarse, Mariano confiesa que siente un "vacío enorme" por dejar de ir a la facultad y no sabe a qué dedicarse a partir de ahora, aunque tiene claro que necesita algún aliciente para seguir "activo". Mariano quiere aprovechar el éxito de su vídeo de graduación, con todos los comentarios positivos que ha recibido en redes sociales, para animar a la gente mayor como él a retomar sus estudios, por ejemplo a los padres y abuelos de los que hasta hace poco han sido sus compañeros de facultad.

"Seguramente alguno dejó la carrera en suspenso porque tuvo que dedicarse como yo a su vida familiar y a su profesión. Tenemos unas universidades extraordinarias, los animo a que vengan", dice.

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