ESPERAN RECIBIR A MILES DE VISITANTES

Los mercadillos navideños, a rebosar, se quedan sin hacer caja

Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, los mercadillos son una parada obligatoria para todo aquel que busque un detalle original para sus allegados. Las calles de las principales ciudades españolas están a reventar, pero los comerciantes lamentan que el aguinaldo no salga de los bolsillos.

Puente de la Constitución, puente de mercadillos navideños. Los hay tradicionales como el de Santa Llúcia en Barcelona con más de 200 años de tradición y los hay alimentarios como en Xixona, en Alicante.

Esperan recibir 50.000 visitas. El turrón está en auge, esta campaña navideña se venderá un 6% más de turrón, a pesar de que la almendra ha doblado su precio.

Son casi más típicos que el propio Papá Noel. Los mercadillos navideños reciben estos días a miles de personas. Algunos, confiesan, buscan la figurita que les falta para completar el belén.

El año pasado triunfaron los gorros de las formas más extravagantes pero parece que estas navidades no tienen el mismo tirón. Los comerciantes dicen que hay mucha gente pero que no llevan el aguinaldo en los bolsillos.

Las cosas pequeñas y de menos de cinco euros llenan los sacos de los Reyes Magos. Otro mercado navideño pero más dulce es el de Xixona, en Alicante.

En Xixona, 100 casetas venden todas las clases de turrón y dulces que nos podamos imaginar. Las 50.000 personas que lo visitan disfrutan de variedades elaboradas en la propia feria.

Si en Xixona son especialistas en turrones, en el mercadillo barcelonés de Santa Llucia tienen todos los caganets. Desde hace más de 200 años, deportistas, politicos y famosos se alivian en sus estanterías.

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