Peligra la agricultura y ganadería de la zona
Miedo e ilusión ante la reapertura de la mina de Aznalcóllar, origen del desastre ecológico a las puertas de Doñana de 1998
La rotura de una balsa llena de residuos tóxicos destrozó casi 5.000 hectáreas de tierra y dejó hasta 30 toneladas de animales muertos llegando casi a las puertas del parque natural andaluz.
Puede ser cuestión de semanas o incluso meses, pero parece que la mina de Aznalcóllar, muy cercana al parque andaluz de Doñana se va a reabrir a pesar de que hay otros informes de expertos y científicos que advierten del riesgo. Estos análisis aseguran que los metales pueden llegar no solo al río Guadalquivir sino que también a las instalaciones ganaderas y a los cultivos.
Más de un cuarto de siglo -26 años, en concreto- después resulta imposible no pensar en la imagen que ven sobre estas líneas ante la posible reapertura de la mina de Aznalcóllar. La rotura de una balsa llena de residuos tóxicos destrozó casi 5.000 hectáreas de tierra y dejó hasta 30 toneladas de animales muertos llegando casi a las puertas del parque de Doñana.
Ahora del Ayuntamiento de la localidad cuelga una pancarta que reza "Por la minería de la comarca de Aznalcóllar", puesto que en el pueblo la opinión es unánime, tal y como confirman los testimonios recogidos por laSexta: la reapertura de la mina es un fuerte económico y una muy buena oportunidad para generar empleo.
De hecho, desde el Colegio de Minas aseguran que esta vez no existen riesgos ya que se trata de "un proyecto con unas tecnologías medioambientales impresionantes que da garantías", ha asegurado Juan López Escobar, decano del Colegio de Minas del Sur. Algo que cuestionan los científicos, los cuales advierten que se están pasando muchas cosas por alto.
Jesús Castillo es catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla y argumenta que "las compañías mineras y la Junta de Andalucía no han tenido en cuenta hasta ahora cómo funciona el estuario del Guadalquivir ni que ocurriría con los metales en la columna de agua si precipitan ni han tenido en cuenta que la zona de vertido está contaminada con metales".
Además, aseguran que la reapertura podría tener consecuencias sobre la agricultura y la ganadería que necesita el agua para sobrevivir. Por todo ello piden un nuevo estudio independiente antes de la reactivación de los trabajos en esta mina que en 1998 provocó una de los mayores desastres ecológicos en la historia de España.
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