Amor romántico
El mito de la media naranja, un paradigma platónico
"No somos nada el uno sin el otro". "He conocido a la persona de mi vida". "Somos iguales. Es mi mitad". Bajo estas ideas se sustenta uno de los mitos del amor romántico que muchos psicólogos consideran que hay que destronar.
Encontrar el amor. Encontrar a tu media naranja. Este mito con más de 2.000 años de historia sigue haciéndose eco en nuestra sociedad hoy en día, una sociedad que persigue el sentirse complementado bajo la creencia de que existe una persona ideal predestinada como pareja para cada uno.
Este paradigma tiene su origen en la Antigua Grecia con el relato del dramaturgo y filósofo Aristófanes sobre las almas gemelas, relato que llevó a las escenas alrededor del año 420 a.C. representando el encuentro entre estas almas. Esta idea la reafirmó posteriormente el filósofo Platón en una de sus obras, construyendo así la creencia de la existencia del amor romántico a través del cual se sustentan las relaciones.
El mito de la media naranja, un mito platónico
Fue Platón quien, en su obra 'El Banquete', explicó a raíz de las enseñanzas del dramaturgo Aristófanes qué es el mito de la media naranja: "Todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisionomías unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción". Estos seres podían ser de tres clases: uno compuesto de hombre y hombre; otro, de mujer y mujer; y un tercero, de hombre y mujer, llamado 'andrógino'.
Aristófanes explicaba que "los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo y combatir con los dioses". Y ante aquella osadía, Júpiter, que no quería reducir a la nada a los hombres, encontró la solución, un medio de conservar a los hombres y hacerlos más circunspectos, disminuir sus fuerzas: separarlos en dos. "Hecha esta división, cada mitad hacía esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con ardor tal que, abrazadas, parecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra".
Al leer este texto podríamos trasportarnos a una escena de amor de cualquier libro o película romántica del siglo XXI. Pero no. Estamos ante un texto con miles y miles de años de historia, el cual ha conseguido perdurar en esencia durante todos los capítulos de la humanidad hasta la actualidad extendiéndose hacia todo lo ancho y largo del mundo para hablar de la naturaleza del amor.
Mito de la media naranja vs. amor romántico
Somos la mitad de un todo y por tanto para sentirnos completos tenemos que sumarnos con otra mitad. Cada persona es "una media naranja" que uniéndose con otra media conforman una naranja entera. Tras este mito se esconden una serie de valores y creencias que hacen que la idea del amor se convierta en una lucha constante por sentirse completo "gracias al otro" y por tanto que el amor signifique un camino de exigencias y decepciones por encontrar "el todo". Solo encontraremos plenitud al encontrar el verdadero amor y este amor significa: entrega total a la otra persona, perdonar y justificar todo en nombre del amor, pensar que es imposible volver a amar con esa intensidad, hacer de la otra persona lo único y fundamental de la existencia... Bajo estas premisas y muchas otras más se construye la idea del amor romántico, el cual tiene su origen en el mito de la media naranja.
Este mito es uno de los más extendidos en la sociedad. Los mitos son un conjunto de creencias sustentadas en unos valores que hacen que parezca una verdad absoluta. Estos valores suelen tener rasgos emocionales, lo que hace que calen más en la sociedad. En una entrevista para la cadena Ser, la periodista y experta en igualdad Nuria Varela expone que "los mitos del amor romántico tienen un origen muy antiguo, casi todos de la antigua Grecia, la Roma clásica… luego los retoma el cristianismo", explica Varela. "Hay algunos que son tremendamente dañinos. Uno, el más conocido, es el de la media naranja. Me sorprende la potencia que tiene cuando es tan absurdo", afirma. "Una persona que está hecha para ti y que te va a acompañar toda la vida. ¿Qué subtexto tiene eso? Que tú no eres una persona entera, que te falta algo".
Mitos como este y muchos otros han sembrado en la pareja la idea de que ésta se construya en base al concepto del "amor romántico", el cual llega a equiparar el amor con el sufrimientoy a generalizar en la población la idea de que el amor duele. Según expertos, el mito de la media naranja construye una idea de exigencia en las personas por encontrar la perfección en la pareja ideal, es decir, en la media naranja.Concha Hernández, psicóloga de la Clínica de salud mental Lopez Ibor (Madrid), expone que "hay quienes viven sin ilusión por el hecho de no tener pareja o de tenerla y que no sea idílica, ya que si no encuentras tu 'media naranja' estás perdido (o perdida) e incompleto (o incompleta).
Esta desesperación por encontrar esa "media naranja" puede derivar, además, añade la experta, en problemas alimentarios y de conducta, "la presión que puede ejercer sobre las personas la idea de tener una vida perfecta, cuando esa persona no considera que la tiene, pueden traer consigo problemas derivados de la autoexigencia, trastornos del estado de ánimo como depresión o ansiedad o trastornos de la conducta alimentaria".
Otros mitos del amor romántico
- El amor todo lo puede
Esta creencia supone la idea de pensar que a través del amor se puede superar cualquier problema. El amor se basa en relaciones perfectas y si el amor no puede con las dificultades, no es amor.
- El amor a primera vista
Esta idea de "el flechazo", extiende la creencia de confiar en encontrar el amor a través del azar. El amor solo se puede encontrar mediante una "coincidencia apasionada".
- Los celos son una prueba del amor
Sentir celos es normal porque significa que te importa y quieres a la otra persona. Es un símbolo de amor a través del cual se demuestra el temor a perder aquello que se considera en "posesión".