La seguridad, fundamental

Cómo moverte en bici en la ciudad y no morir en el intento

Con unos índices de contaminación que aumentan cada año, moverse en bici tiene un doble efecto positivo: mejora la calidad del aire y ayuda a mantener un estilo de vida saludable. Te contamos las claves.

La bicicleta se ha convertido en la aliada perfecta para los desplazamientos diarios de muchas personas. Supone un importante ahorro económico respecto al transporte en vehículo privado, ayuda a descongestionar los saturados centros de las ciudades, con la correspondiente reducción de gases nocivos, y fomenta el ejercicio físico cada día.

Como si se tratara de una vuelta a los orígenes, las bicicletas van reconquistando el centro de muchas urbes ahora invadidas por coches, motos y demás vehículos a motor. Aunque hubo un tiempo en el que esto no era así. La invención de la bicicleta es anterior a la del automóvil y en su momento estaban mucho más presentes en las calles.

Ahora son muchos los ayuntamientos que ven en las bicicletas una solución a los problemas de tráfico que sufren sus ciudades. Es un proceso de cambio en el que todo el mundo está invitado a participar, ya que los beneficios son para todos. Pero para poder disfrutar de las ventajas que este tipo de movilidad ofrece, conviene tener presentes una serie de factores.

Llevar siempre casco y ser visible para el resto

Es algo fundamental a la hora de ponerse a pedalear, sobre todo en los centros urbanos. El uso del casco homologado es obligatorio por ley fuera de poblado, pero su uso es más que recomendable en cualquier situación.

Otro aspecto importante es la visibilidad para el resto de conductores y peatones. Contar con iluminación de posición blanca en la parte delantera y roja en la trasera hará al ciclista más visible y evitará situaciones de riesgo. Así como la instalación de catadióptricos, (elementos que reflejan la luz que proviene de una fuente exterior) tanto en la parte trasera (rojo), como en las ruedas (naranjas). De esta forma, un vehículo que se aproxime a una bici, verá su luz reflejada y el conductor será consciente de su presencia en la vía.

En muchos países del norte de Europa, el uso de la bici suele ser más común que en los del sur. Aunque la lluvia y el frío puedan parecer un impedimento, las altas temperaturas y la intensidad del sol en países como España es un punto a considerar. La hidratación es fundamental, así como evitar desplazamientos en las horas más calurosas del día.

Respetar para ser respetado

Ciclistas y vehículos a motor, ciclistas y peatones… Lo que algunas veces se ve como una relación difícil, se debe afrontar como una relación de respeto mutuo entre todas las partes. Por ciudad, el ciclista debe circular siempre por el carril de la derecha o el más próximo a la acera. A la hora de tomar un desvío, se debe señalizar con el brazo la maniobra antes de realizarse para que el resto de conductores queden avisados.

Al igual que los vehículos y peatones, los ciclistas deben respetar las señales de la calzada en este caso, pues son las que les afectan. Zigzaguear entre coches, ya sea en movimiento o parados, no está permitido por el riesgo que ello conlleva. Circular con la bici por la acera está prohibido y, en caso de hacerlo, el ciclista deberá bajarse de ella y empujarla.

Y, ¿qué pasa con los carriles bici o ciclo carriles? Son un reclamo perfecto para fomentar el uso de la bicicleta y mejorar la seguridad de los usuarios, pero se debe recalcar el trabajo por hacer que tienen los distintos ayuntamientos en este campo.

La señal R-407a (redonda con fondo azul y el icono de una bicicleta en color blanco) indica la obligación de circular por aquellos carriles bici en los que se encuentre presente y, por lo tanto, la prohibición de los peatones de invadir dicho carril. Por este motivo, es más frecuente encontrar la señal S-35 que solo informa de la existencia de este carril pero permite el uso tanto a ciclistas como a peatones.

Conviene recordar que el uso de auriculares o el teléfono móvil al manillar está prohibido. Así como pedalear bajo los efectos del alcohol o de cualquier droga.

¿Qué bici necesitas? Claves a tener en cuenta

La teoría está muy bien, pero para llevarla a la práctica es necesario una montura adecuada. El tipo y la talla de la bici son importantes ya que, en gran medida, de ello va a depender la comodidad del usuario. La altura del asiento, su forma y dureza son factores a tener en cuenta. Así como la altura del manillar y la postura una vez en marcha.

Actualmente, es común ver cada vez más bicicletas con asistencia eléctrica, de gran utilidad en ciudades con pendientes pronunciadas. Pero de nada sirve la última tecnología si no se presta atención a los detalles básicos: el mantenimiento. El buen estado de los neumáticos, los frenos y la dirección es algo de vital importancia, así como la transmisión en aquellas bicis que equipen cambio de marchas.

Todo ello sin olvidar, por supuesto, un buen sistema antirrobo: candados, cadenas, cables de acero, con llave, con clave numérica… La oferta es amplia y variada para adaptarse a las necesidades de cada persona y evitar que los amigos de lo ajeno logren su objetivo.

laSexta/ Noticias/ Sociedad/ Movilidad sostenible