EL OCTOGENARIO CAMBIÓ EL TESTAMENTO PORQUE ESTABA ENAMORADO

Detenida una empleada del hogar por matar presuntamente a un anciano para cobrar su herencia

Secundino Presa estaba enamorado de su empleada del hogar. Tenía hijos y un generoso patrimonio, pero una semana antes de morir decidió dejarselo todo a  ella. Acudió al notario personalmente para hacer el cambio de escrituras. Lo que no sabía es que con ese cambio se estaba cavando su propia tumba. Dos mujeres y un hombre han sido detenidas como presuntos autores del asesinato a golpes del anciano.

Las dos mujeres que convivían con Secundino Presa, cuyo cadáver apareció con signos de violencia hace una semana en el acceso a su vivienda en Chancelas, Poio (Pontevedra), han sido detenidas en las últimas horas como presuntas autoras del crimen, así como un varón, imputado como cooperador necesario.

El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello, ha explicado en rueda de prensa que una de las dos detenidas, que fueron las que denunciaron el crimen y apuntaron al móvil del robo, pretendía abandonar el país. La hipótesis de la investigación es que la víctima, de 85 años de edad, que murió por los golpes recibió con objetos contundentes, había cambiado recientemente su testamento a favor de una de las detenidas, que ayudaban al anciano en las labores del hogar.

La Guardia Civil halló el cadáver a la puerta de su casa, que apareció revuelta, poco después de recibir el aviso de un supuesto robo con violencia en la madrugada del 3 de febrero. Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con el cuerpo sin vida del octogenario tendido en el suelo frente al acceso de su vivienda unifamiliar, que presentaba indicios de haber sido forzada y cuyo interior apareció revuelto.

Las detenidas son A.T.F. y B.G.P., mujeres de entre 30 y 50 años que convivían con el anciano fallecido, Secundino P. A., y que fueron quienes inicialmente denunciaron al 112 la desaparición poco antes de la medianoche del 2 de febrero, según ha explicado Coello, acompañado del coronel de la Guardia Civil Manuel Davó. El tercer detenido es R.G.G., un hombre de más de 50 años que supuestamente colaboró con las principales acusadas. Las mujeres dieron la versión de que dos hombres jóvenes vestidos de negro habían huido de la vivienda en un coche blanco.

La Guardia Civil tuvo en cuenta que el muerto ya había sufrido un atraco en su casa el pasado noviembre, por lo que investigó a los tres implicados en aquel suceso, uno de los cuales continuaba en prisión preventiva, mientras que otro había pagado recientemente la fianza y el tercero estaba en libertad. Pero las comprobaciones efectuadas hicieron descartarlos respecto a este segundo ataque fatal.

La investigación arrojó que una de las mujeres había sido nombrada como heredera de Secundino tan solo una semana antes de su fallecimiento, hecho que ella misma comentó durante el velatorio. El valor de la casa en que vivía el hombre era "muy elevado", según explicó el subdelegado. Las detenciones se han producido tras comprobarse que una de las mujeres pretendía abandonar el país, en Noalla y Vilalonga (Sanxenxo) y Monte Porreiro (Pontevedra).

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