Tras varios intentos

Las mujeres de Sagunto protestan porque ellas también quieren ser cofrades: "¿Por qué no puedo serlo?"

Un grupo de mujeres se ha vuelto a concentrar ante la ermita saguntina de la Purísima Sangre este martes, ya que la hermandad, la única en el municipio, cuenta con unos 2.000 miembros, pero todos son hombres.

Las mujeres de la localidad valenciana de Sagunto llevan años protestando contra el veto que les impide formar parte de una de las cofradías más antiguas de España y este martes han vuelto a alzar la voz en una concentración a las puertas de la ermita de la Purísima Sangre. La hermandad cuenta unos 2.000 miembros, todos hombres, pero ellas también quieren ser cofrades.

Una de ellas es Isabel Torres que lleva desde muy pequeña intentando formar parte de la cofradía de Sagunto. "Yo lo intenté con nueve años, fue mi padre el que reunió firmas para poder realizar una junta extraordinaria y salió que no". Cuestión que Torres asegura no haber entendido nunca.

De hecho, su padre ha recordado ante los micrófonos de laSexta el día en el que su hija le dijo: "El tete es es mayoral, ¿yo por qué no puedo serlo?". Y es que desde su fundación, las mujeres no pueden ser miembros de la Cofradía de la Purísima Sangre, la única en el municipio valenciano.

Torres argumenta que "ellos se acogen a la tradición de la Semana Santa, los estatutos... Pero claro, son unos estatutos ya antiguos que deberían actualizarse porque la Constitución dice otra cosa también". De hecho, en 2021 se realizó una votación interna en un intento de modificaresa normativa... pero ganó el no. Y Veva, como el resto de saguntinas, se quedó sin poder ingresar en la hermandad.

Sobre este acontecimiento, Veva Martínez aqueja que "votó más gente joven que no que gente de la edad de mis padres". Ante su lucha contra esta tradición que deben continuar reivindicando, el resto de saguntinas se muestran a favor de que puedan participar sus vecinas como cofrades. Una de ellas sostiene que "en sí es un poco machista", mientras que otra pone en valor las protestas a la vez que otra enfatiza en que ellas "también tienen derecho". "A veces, hay que cambiar un poco las cosas", ha sentenciado.

El contraste a esta situación de Sagunto se encuentra en Logroño donde existe una procesión en la que solo participan mujeres.

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