ESTABA DESORIENTADA Y AUSENTE

Natalia Sánchez pidió ayuda a unos turistas españoles para salir de París el día que desapareció

La joven estudiante, localizada en un hospital tras una semana en paradero desconocido, tenía una actitud ausente cuando habló con turistas españoles el mismo día de su desaparición.

Persisten las incógnitas acerca de dónde estuvo Natalia Sánchez Uribe durante la semana en que estuvo desaparecida. La estudiante española, que se encontraba en París con una beca Erasmus, estuvo en paradero desconocido desde el 1 de mayo hasta que fue localizada en buen estado en un hospital de la ciudad, donde al parecer llevaba varios días ingresada.

Hasta allí la condujeron unos agentes de Policía que la encontraron desorientada por la calle. Los padres de la joven de 22 años, que se habían trasladado a París para seguir de cerca la investigación, han pedido "sosiego" y respeto a su intimidad.

Según indica el diario 'ABC', las últimas informaciones apuntan a que varios turistas españoles coincidieron con Natalia durante el tiempo que estuvo desaparecida y advirtieron que algo extraño le ocurría.

De acuerdo con el citado medio, un hombre llamó al consulado español el mismo día en que fue vista por última vez, para alertar de que una chica, que parecía desorientada, le había pedido ayuda y usar su teléfono móvil en los Jardines de Luxemburgo.

También ese día, cuando aún no se había denunciado su desaparición, una pareja de españoles se encontró con Natalia en un autobús. Según su relato, la joven, que parecía ausente, les pidió consejo para salir de allí y les dijo que quería salir de París pero que no sabía cómo.

La pareja dijo que se bajaron con ella en la plaza de Trocadero y trataron de calmarla, pero que ella reaccionó con desconfianza y se marchó. A su vuelta a España, informa 'ABC', supieron que estaba desaparecida y avisaron a las autoridades de lo sucedido, resaltando que no llevaba sus pertenencias consigo y que parecía asustada.

La familia y amigos de la joven supieron de ella por última vez el 1 de mayo, cuando realizaba la mudanza desde el piso que había ocupado durante el curso académico al de una amiga, en el que iba a vivir durante las dos últimas semanas de su estancia en la capital francesa.

Ese mismo día había quedado con su casero para entregarle las llaves del apartamento, pero no se presentó, y unos días más tarde su mochila y pertenencias aparecían en un parquecercano a la Universidad de la Sorbona, donde estudiaba.

laSexta/ Sociedad/ laSexta